Cuando lo detuvieron hace dos años, el nombre de Walter Daniel "El Dulce" Abregú tallaba alto en las noticias: estaba sospechado de controlar un complejo Fonavi de zona oeste de Rosario donde manejaba la venta de drogas, tenía captura recomendada desde un año antes y el Ministerio de Seguridad de la Nación había ofrecido 500 mil pesos de recompensa por información que permitiera localizarlo. Varias veces se había escabullido, pero el 6 de agosto de 2019 un operativo conjunto de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) lo apresó. No buscaron demasiado lejos: estaba en su domicilio de Rivarola al 7000, en barrio Godoy, y no hubo resistencia.
Diez meses antes, los miembros de la estructura predominantemente familiar en la que estaba sindicado como jefe había sido desbaratada. Ahora, todo el grupo fue juzgado por el Tribunal Federal Oral 3 en Oroño al 900. A "El Dulce" Abregú le solicitaron ocho años de prisión como coautor de comercio de estupefacientes agravado por cometerse de manera organizada. El mismo pedido de pena formulado por el fiscal federal Federico Reynares Solari recayó sobre su madre, que fue acusada de efectuar las cobranzas del grupo y dedicarse a labores de suministro. En el juicio está también en el banquillo un conocido comercializador de drogas de la zona de barrio Tablada con varias condenas previas: Jorge "Campito" Giglione, conocido por su actividad como folklorista y ejecutante de guitarra. Este miércoles al mediodía, el tribunal integrado por Osvaldo Facciano, Eugenio Martínez y Germán Sutter dará a conocer la sentencia.
>>Leer más: Cayó El Dulce Abregú, uno de los jefes narcos más buscados por la Policía de Rosario
El juicio se celebra a partir de la pesquisa sobre narcomenudeo que tiene como epicentro el Fonavi de Parque Oeste en Cerrito al 5600. Diferentes denuncias de vecinos señalaban a "El Dulce" y a su entorno como un grupo compacto de personas que vendían estupefacientes y manejaban el barrio. Los detalles presentados hacían recordar a la modalidad expuesta en la serie "The Wire", que trata sobre una banda de vendedores minoristas de droga en un complejo de monoblocks de la ciudad estadounidense de Baltimore: un sistema en el que el cliente entrega el dinero a un vendedor y recoge la sustancia que adquiere en un lugar próximo en el mismo complejo habitacional de modo de que al comercializador no se lo atrape con mercancía ilegal encima.
Considerado una persona acaudalada a partir de sus actividades, "El Dulce" Abregú, de 43 años, fue acusado de dirigir al grupo y a la vez abastecerlo. La directora logística era su madre, Alicia Campilongo, que según la investigación de la fiscalía federal dirigía tanto la provisión como las cobranzas. También participaban sus hermanos Damián, Yanina, Cristian "Pato", Matías y Alexis Abregú, todos imputados en este trámite. También responde en este juicio la esposa de "El Dulce", Daiana Reyes, de 27 años. Damián Abregú tuvo un pedido de unificación de penas porque además de este caso estaba preso en Piñero, al momento de ser detectado como parte del grupo, por un robo seguido de muerte.
>>Leer más: Diez años por narcotráfico a un folclorista de Tablada
Cuando estaba prófugo trascendió por una fotografía la sospecha de cobertura policial que en sus años en el negocio había cosechado "El Dulce". La imagen fue utilizada por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en el trabajo preventivo que en octubre de 2018 llevó a la detención de cinco familiares de "El Dulce" ahora juzgados. En esa imagen, Abregú aparecía en un campo recreativo con dos policías que para entonces quedaron presos por distintos delitos. Uno es el sargento Mariano L., que revistaba como chofer en la Policía de Investigaciones (PDI) al ser detectado por la PSA. El otro es Fernando Acosta, condenado a fines de 2017 por integrar una asociación ilícita que participó en los robos a dos sucursales del Banco Credicoop.
El sargento Mariano L. fue acusado en este juicio que termina mañana. Pero la fiscalía pidió su absolución por considerar que no existían evidencias de cargo para reprocharle.
Los elementos presentados como evidencia en el juicio contra los imputados incluyen escuchas telefónicas, seguimientos con filmaciones y los productos secuestrados en allanamientos. Por escuchas justamente los investigadores detectaron que el Dulce era proveedor de Ramón "Campito" Giglione.