Un prisionero condenado a prisión perpetua como autor de una violación seguida de muerte de una nena de 8 años usó de cómplice a su pareja para simular una toma de rehén con el propósito de forzar su traslado a otra cárcel. El protagonista del episodio está alojado en la cárcel de Piñero y tras el episodio, descubierto por los agentes del Servicio Penitenciario Provincial, la mujer que lo acompañó en la maniobra quedó detenida.
El prisionero se llama José Orlando Sánchez y tiene 40 años. Está recluido en una celda del pabellón 24 de la cárcel de Piñero. Fue allí donde ató con cintas y sábanas a su pareja en el interior de la celda, con el propósito de simular una toma de rehén.
Sin embargo, los guardias no demoraron en advertir la maniobra extorsiva y neutralizaron a ambos.
Todo comenzó cuando los oficiales y suboficiales que estaban de guardia dentro de la cárcel vieron que la mujer que visitaba a Sánchez había sido tomada como rehén.
La novedad fue inmediatamente comunicada a la Dirección del Servicio Penitenciario santafesino, donde ordenaron medidas de intermediación con el negociador del Grupo de Operaciones Especiales Penitenciarias (G.O.E.P), que observaron la predisposición de la mujer a mantenerse en esa situación. A Sánchez le garantizaron en ese momento el traslado a otra dependencia en atención a un pedido suyo.
Pero los oficiales del G.O.E.P no tardaron en advertir el común acuerdo entre el condenado a perpetua y la mujer visitante. La situación estaba lejos de ser una toma de un rehén y era en realidad una confabulación.
En un momento de distracción, Sánchez y la mujer fueron neutralizados por los penitenciarios. Ella quedó a disposición de la fiscalía en turno del Ministerio Público de la Acusación.
El crimen de José Orlando Sánchez ocurrió en octubre de 2008, cuando el hombre, entonces de 25 años, había salido hacía poco tiempo de la cárcel de Coronda después de purgar una pena a cinco años de prisión por un robo calificado.
En ese entonces se había puesto en pareja con una mujer y vivían con una hija de cuatro años de ella en una casa ubicada en el barrio Ludueña de Rosario.
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Una tarde, a mediados de octubre, una vecina de Sánchez que vivía a dos casas de la suya jugaba con una amiga en un baldío ubicado frente a una cancha de fútbol entre las vías del ferrocarril y la calle Casilda. En un momento, la mamá de la amiga de Tatiana se llevó a su hija y la otra nena quedó sola. Sánchez, que era su vecino, le preguntó si podía ir a comprarle unas cervezas. La nena fue e hizo el mandado y cuando regresó Sánchez la llevó engañada hasta un descampado, donde la violó y la ahorcó con el pantalón de la menor.
Sánchez fue llevado a juicio en noviembre de 2008. El juez penal rosarino Hernán Postma lo condenó a cadena perpetua. Sánchez pidió la palabra después de la lectura de la sentencia y asumió los hechos sobre el ataque sexual y el crimen de la menor, pero dijo no recordar los detalles del suceso porque estaba completamente borracho.