Un joven ladrón muerto y un anciano gravemente herido fue el resultado de un intento de robo cometido anoche, después de las 20, en un supermercado que se levanta en la ochava de Neuquén y Garzón, en el barrio Belgrano. El muchacho fallecido fue identificado como Gonzalo Bai, de 17 años, mientras que el hombre herido es Romeo T., de 86 años y padre del titular del negocio que resistió a los tiros el atraco.
Todo ocurrió poco después de las 20 cuando dos jóvenes llegaron hasta la mencionada esquina en una moto Motomel roja de 110 centímetros cúbicos. Los muchachos bajaron y merodearon por la puerta del súper como esperando el momento justo para dar el golpe. Entonces, el negocio estaba semivacío y se aproximaba la hora del cierre. El dueño del local, Eduardo T., sospechó de la actitud solapada de los jóvenes a quienes observó al salir ocasionalmente a la puerta.
Desde la puerta. Sin dudarlo, Eduardo se dirigió a su casa ubicada a pocos metros del local, sobre calle Garzón, y buscó una pistola calibre 9 milímetros "de su propiedad y registrada pertinentemente", según dijeron fuentes policiales. Cuando salió de la vivienda, el comerciante se encontró con que los dos muchachos habían entrado al súper y se hallaban frente a las cajas. Entonces se plantó en la puerta de la ochava y alcanzó a ver como Gonzalo Bai apuntaba con un arma de fuego a la cajera y a su padre ."Bajá el arma", le gritó. Pero el delincuente le apuntó y comenzó a los tiros.
Eduardo se defendió apretando el gatillo de su pistola. "Se escucharon unos ocho tiros", dijo un vecino aún asustado por lo ocurrido. El resultado del enfrentamiento fue fatal. Gonzalo Bai cayó muerto en el negocio y Romeo T. fue alcanzado por una de las balas y debió ser trasladado al Hospital de Emergencias con una herida en el abdomen.
Cuando el barrio estaba convulsionado por lo ocurrido y los vecinos recitaban a los medios su "cansancio por la inseguridad" y que "ya no quedan negocios que no hayan sido robados", al lugar llegó una mujer que dijo ser familiar del joven muerto y lo identificó ante la policía. A pesar de su corta edad, trascendió que Bai era padre de dos niños de 1 y 3 años. Trabajaba como albañil junto a su padre y vivía en 27 de Feberero y Colombres. "No era mal pibe pero las juntas lo perdieron", dijo un muchacho que lo conocía. "Junto con otros pibes paraban en el parque de la Quinta Luciani y de ahí se contactaban con mala gente. Había una casa vacía por acá cerca adonde llevaban lo que se robaban de las casas", agregó.
El pibe aseguró que "el viernes (Bai) se había quedado sin laburo. Se vé que ya hizo algunos robos y le salieron bien, pero este le fue mal. No era mal pibe, pero se fue pudriendo de a poco". Y se quedó observando desde enfrente del negocio.
En cuanto al comerciante Eduardo T., el fiscal en turno lo entrevistó en el sitio del hecho y determinó inicialmente que se trataba de un acto de legítima defensa. El dueño del súper hace más de veinte años que atiende ese negocio y tiene otro local similar en las cercanías. "Es gente que trabaja mucho. Desde las 8 de la mañanan hasta la noche. Y les robaron muchas veces, ya están cansados", comentó un vecino que vive "hace 50 años en el barrio".
"Estos pibes se juntan también en Garzón y Pampa, nosotros los re conocemos. ¿Cómo van a venir a robar al barrio?", se preguntó una adolescente de las muchas que estaban anoche en el lugar. Eduardo T quedó detenido a disposición del juzgado de Instrucción 3ª, a cargo de Luis María Caterina, y el cómplice de Bai era intensamente buscado por los efectivos de la seccional 14ª que interviene por razones de jurisdicción.