Tres jóvenes detenidos en diciembre con una gran cantidad de drogas sintéticas fueron procesados por traficar estupefacientes con fines de comercialización y de manera organizada. El juez federal Carlos Vera Barros dictó la prisión preventiva de los tres acusados, apresados en allanamientos en Puerto Norte, el centro de Rosario y La Florida en los que se incautaron más de 4 mil pastillas de éxtasis, entre otras sustancias.
De acuerdo con la investigación los sospechosos se abastecían en Buenos Aires y vendían en la puerta de sus casas o bajo la modalidad delivery. Asimismo, uno de los acusados estaba a punto de abrir un bar en Carrasco al 2100 que, se presume, iba a ser utilizado como fachada para la venta.
El titular del juzgado federal Nº 3 dictó el procesamiento de Alejo Marban López, señalado en la pesquisa con un rol de mayor peso en la organización, de su novia Lara Milagros Pescheux Oses y de Lautaro Leonel Olivier como autores del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de tenencia con fines de comercialización y en forma organizada. Para cada uno de ellos trabó un embargo por 427.500 pesos.
Los dos primeros fueron procesados además por la tenencia ilegítima de un arma de fuego, una pistola Bersa Thunder calibre 22 con cargador con siete municiones y la numeración limada que se secuestró en el allanamiento a un domicilio de Drago al 1000.
Una cuarta detenida en el operativo del 7 de diciembre pasado fue la madre de Olivier, Carina del Luján S., quien obtuvo la falta de mérito y quedó en libertad. El juez planteó que en las escuchas telefónicas no se advirtió su participación y tampoco le secuestraron material estupefaciente. Por esto entendió que no existen suficientes pruebas para que avance el proceso en su contra.
Para los restantes el juez dictó la prisión preventiva teniendo en cuenta que se advierte “una organización de tráfico de estupefacientes que se valdría de una pluralidad de medios y partícipes”, planteó Vera Barros. Asimismo, en su resolución indicó que la investigación todavía se encuentra abierta y en búsqueda de pruebas que a su criterio “podrían verse frustradas” con los imputados en libertad.
En un departamento
Tal como consta en la resolución, la causa se inició con una denuncia remitida por el jefe de la Delegación Inteligencia Criminal e Investigaciones Rosario de la Prefectura Naval (PNA). En el escrito señalaba que, a través de una persona que solicitó mantener su identidad en reserva, personal a su cargo había tomado conocimiento de que Alejo Marban López comercializaba drogas sintéticas como éxtasis, LSD y metanfetaminas en su departamento de calle Italia al 1600. De acuerdo con la denuncia, las ventas se realizaban en el departamento o por redes sociales.
Con una orden del fiscal federal Claudio Kishimoto, el miércoles 7 de diciembre efectivos de Prefectura Naval realizaron media docena de allanamientos en domicilios del centro, en el barrio Arroyito, en La Florida y en las Torres Maui.
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En los procedimientos secuestraron 4.258 pastillas de éxtasis, frascos de ketamina y popper, troqueles de LSD y 104 gramos de tusi, una droga sintética conocida en la calle como “cocaína rosa”. Se trata de drogas asociadas a consumo de la clase alta y las fiestas electrónicas. También incautaron dos armas de fuego, más de tres millones y medio de pesos, 20 mil dólares y 500 euros.
En el departamento del sexto piso de un edificio de Italia al 1600 donde fueron detenidos o Marban López y su novia se secuestraron 2.860 pastillas de éxtasis, un bidón de cinco litros de ketamina, tres frascos de 50 mililitros de la misma droga, ocho frascos de 10 mililitros de Popper, 104 gramos de tusi, tres celulares, una notebook, dos balanzas de precisión, una moto, 1.813.940 pesos y 1.120 dólares.
Otra requisa se realizó en un departamento del octavo piso de las Torres Maui, en avenida Estanislao López al 2600. Allí fue detenido Olivier, de 24 años, con 471 pastillas de éxtasis, 5 gramos de marihuana, dos frascos de popper, 845.840 pesos y 115 dólares. También se incautaron celulares, una contadora de billetes, dinero y una pistola Bersa Thunder en una casa de Drago al 1000 de Arroyito ligada a Marban López.
“Son chicos muy jóvenes que están en la movida de las fiestas electrónicas, vendían en la puerta de sus casas o como delivery. Se abastecían en Buenos Aires y tienen un nivel de vida muy alto. Por lo general no tienen stock de drogas porque se compra y se revende uno o dos días antes de las fiestas”, explicó entonces a este diario una fuente de la investigación. En Carrasco al 2100 se allanó además un bar que estaba pronto a ser habilitado, Nativo River & Food. Se sospecha sería utilizado como fachada del negocio.
La venta de estas drogas se realizaba por redes sociales y los dealers aportaban a sus clientes el precio de la mercancía. El tusi se vendía a 6.000 pesos el gramo y a 25 mil pesos los 5 gramos. Las pastillas de éxtasis con los sellos de Instagram, Tesla, Tomorrowland, Kenzo y Nintendo costaban entre 2.500 y 3.000 pesos cada una. También ofrecían planchas de LSD y flores de marihuana o cogollos.
Recursos
En base a una pesquisa que incluyó seguimientos de calle, filmaciones y escuchas telefónicas, el juez Vera Barros concluyó que la evidencia da cuenta de la participación de los tres procesados en maniobras de tráfico de drogas. Consideró que Marban López sería quien encabezaba la estructura: “Se denota cierta jerarquía por encima del resto”, plantea la resolución. Cita una conversación de Olivier en la cual manifestó que el primero lo había mandado a “envasar” en la casa de Drago al 1000 que según sus dichos eran usada como depósito.
En la vigilancia al departamento de Marban en Italia y Montevideo se detectó, según el escrito judicial, un movimiento permanente de personas que realizaban transas en la puerta. “Al Ale le compro rola (éxtasis) hace rato ya. Yo lo conozco, no tiene drama. Le mandás un mensajito y baja al toque, él las trae de Buenos Aires, viaja seguido”, dijo una clienta en una entrevista encubierta.
En el procesamiento el juez remarcó que los tres acusados fueron detenidos “en los domicilios allanados, donde habitaban, siendo que dichos lugares fueron sindicados en las tareas de investigación previas como posibles puntos de venta, almacenamiento y distribución” y donde se produjo el secuestro de “una gran cantidad y variedad de material estupefaciente”. Esto, sumado al hallazgo de dinero, evidencia para el juez “el gran poder de disposición y de recursos a los que tenían acceso” los acusados.