Dos años y ocho meses después del crimen de Eduardo Enrique Rodríguez, un taxista de 57 años asesinado con un tiro en el pecho tras discutir con vecinos por una filtración de agua, el acusado de efectuar el disparo desde la planta baja hacia un balcón de un primer piso fue detenido por el crimen. Miguel Germán "Bochi" S. había eludido varios allanamientos hasta que fue apresado el lunes en una villa de Granadero Baigorria. Ayer, en la audiencia imputativa en la que un juez dispuso su encierro preventivo por el plazo de ley de dos años, optó por el silencio.
"Bochi" S., de 31 años, fue acusado como autor de homicidio agravado por el uso de un arma y por la portación del revólver calibre 32 usado en el crimen. A más de dos años de aquel episodio de violencia sin explicación, el fiscal de Homicidios Pablo Pinto reprodujo más de una decena de declaraciones que lo sindican con nombre, sobrenombre y apellido como el autor del disparo fatal. El detenido se limitó a pedir que lo mantengan alojado en la comisaría del macrocentro donde está o, si lo trasladan, que sea a una cárcel de Rosario. El juez Héctor Núñez Cartelle hizo lugar a ese pedido.
La medida judicial transcurrió en una sala pequeña de Tribunales, sólo entre las partes, ya que no acudió público. "Bochi" fue acusado de haber realizado varios disparos la tarde del 11 de febrero de 2015 hacia el balcón del primer piso desde el cual el taxista Eduardo Rodríguez despedía a su hija y a su yerno, que habían ido a visitarlo. Más temprano, este hombre había mantenido una acalorada discusión con sus vecinos de la planta baja con motivo de un derrame de agua, un problema que ya había originado roces entre las dos familias.
El fiscal leyó testimonios tanto de allegados a la víctima como de la familia con la que había mantenido el conflicto. Todos nombraron como el tirador a "Bochi", un muchacho que estaba de visita en la casa de la planta baja. Esos relatos permitieron reconstruir que horas antes del desenlace Rodríguez discutió con integrantes de la familia que ocupaba el departamento 12 de la planta baja de una torre de Pasaje 1831 (también conocido como Manuel Origone) al 5900.
Familiares de la víctima dijeron entonces que ese departamento era usurpado desde hacía siete años por una mujer llamada Liliana y sus hijas. Rodríguez, que trabajó 25 años como mecánico y era taxista desde hacía 15, se había comprado el departamento de arriba con su esposa hacía tres décadas. En los últimos meses se habían agudizado las discusiones con sus vecinas por el problema del agua. Esa tarde, alrededor de las 14, el taxista discutió con un yerno de Liliana que, exaltado, lo golpeó con un cajón de cerveza. Una de sus hijas que estaba de visita llamó a la policía, pero nadie acudió.
A las 17, cuando la joven y su pareja se retiraban, Rodríguez y su esposa se asomaron al balcón a saludar. En ese momento reaparecieron el yerno y algunas hijas de su vecina y hubo un nuevo cruce de gritos. Fue entonces que de la planta baja salió "Bochi", quien por entonces residía en Empalme Graneros y estaba de visita, y reaccionó: "¿Por qué te metés con una mujer, gordo cobarde?", le gritó a Rodríguez. Y a continuación disparó cuatro veces un revólver hasta que salió un tiro que ingresó por la axila derecha del taxista. La bala le destrozó los pulmones y le causó una hemorragia mortal.
"Primero le apuntó a mi yerno y después desde abajo nos apunta a nosotros con el arma", contó la esposa del taxista. "Pensé que nos estaba intimidando", dijo la mujer, que entró a la casa justo en el momento en que el balazo arrojaba a su esposo al piso.
La búsqueda
Nueve días después del crimen, el fiscal ordenó la detención de "Bochi" S. Se hicieron varios allanamientos sin éxito, uno de ellos en la provincia de Córdoba que el sospechoso alcanzó a eludir, aunque en la vivienda quedaron sus celulares.
Según fuentes judiciales, el hombre cuenta con una condena previa a 3 años de ejecución condicional impuesta en julio de 2012 por una tentativa de robo con arma blanca y una portación ilegal de arma de fuego de uso civil. Además estaba en rebeldía en otra causa por robo calificado del juzgado de Sentencia Nº 8.
Como la investigación del crimen está avanzada por el tiempo en que "Bochi" S. estuvo prófugo, el defensor público Mariano Bufarini pidió acotar a un mes la prisión preventiva. Pero el juez la fijó por el plazo legal de dos años. Tuvo en cuenta los "testimonios que se corroboran con el informe de autopsia" y que el agresor era "ajeno a la reyerta y tomó cartas en el asunto de manera violenta". A partir de ahora el fiscal formulará su acusación de cara a un acuerdo abreviado o un juicio oral y público.
El acusado estaba de visita en la casa de la familia que mantenía una discusión con la víctima por una pérdida de agua