Un joven de 28 años murió baleado en la tarde de este domingo en la zona oeste, en un hecho que presentaba aristas más que confusas. Según alcanzaron a señalar fuentes policiales sólo pudo confirmarse que la víctima, identificada como Franco Sebastián Romero, ingresó al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) proveniente del Hospital Carrasco con heridas de arma de fuego y todavía no se sabía cómo había muerto, en qué circunstancias y dónde.
Por los pocos datos que se pudieron confirmar a última hora del domingo, Romero estaba domiciliado en Valparaíso al 2700, en inmediaciones de Villa Banana. Según fuentes policiales, a partir de un llamado a la central del 911 minutos antes de las 16 personal de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) llegó hasta ese lugar donde se habría producido una balacera que culminó con un hombre gravemente herido.
La información indicaba, además, que la víctima había sido trasladada por familiares hasta el Hospital Carrasco, ubicado en Avellaneda y 3 de Febrero. Sin embargo, en virtud de la gravedad de las heridas sufridas, Romero fue derivado al Heca.
Una vez arribado al lugar del hecho, sin embargo, el personal de la AIC no pudo obtener información acerca de lo ocurrido. No obstante, el ingreso de Romero malherido al Heca fue confirmado en el propio efector por una médica que le diagnosticó “múltiples heridas de arma de fuego”. El muchacho ingresó al hospital en grave estado, pasó a quirófano y alrededor de las 16.45 se declaró su fallecimiento.
En ese marco, personal de AIC intentó en vano entrevistarse con algún familiar de la víctima, mientras que continuaban tratando de establecer fehacientemente donde ocurrió el episodio que le costó la vida a Romero. En ese sentido también seguía el relevamiento de cámaras de vigilancia en las inmediaciones así como la búsqueda de familiares del muchacho y eventuales testigos de lo ocurrido.
La investigación de lo ocurrido está a cargo de la fiscal de Homicidios Marisol Fabbro quien entre otras medidas ordenó la realización de la autopsia, el análisis de laboratorio de la ropa que vestía la víctima e intentar establecer quiénes trasladaron a Romero en primera instancia hasta el Hospital Carrasco.