A pesar de que regularmente desde la Fiscalía Regional se lanzan advertencias de todo tipo, las bandas de estafadores telefónicos siguen ganando la batalla. Con historias elaboradas sobre familiares secuestrados, nuevos corralitos, cambios de billetes, tramites on line y otras argucias, sólo en el mes de mayo los timadores profesionales se hicieron con un botín de apróximadamente unos 923 mil pesos, 280 mil dólares y 3 mil euros además de gran cantidad de joyas. Sólo en mayo se denunciaron 16 hechos de los cuales se concretaron diez y eso sin contar aquellos casos que no se denuncian porque las víctimas perdieron poca plata o no cayeron en la treta.
La estafa telefónica como evolución del cuento del tío es una modalidad en boga en tiempos en que los adultos mayores, principal blanco de las bandas, están confinados bajo aislamiento preventivo social y obligatorio para evitar contagios en medio de la pandemia por Covid-19. "La mecánica de los estafadores consiste en hacerse pasar por amigo de un familiar o de una persona que trabaja en una entidad bancaria que manifiesta que el dinero que tiene en su casa va a perder valor o va a ser canjeado. Por eso, el fiscal Mariano Ríos ya ordenó medidas para establecer si hay una o varias bandas organizadas detrás de estas estafas", señaló el vocero de la Fiscalía Regional, Sebastián Carranza.
"La forma más fácil de desactivar una tentativa de estafa de este tipo es no respondiendo el mail o el llamado telefónico que se recibe. Ningún banco u oficina pública o privada solicita información vía telefónica a los clientes y mucho menos de manera presencial en los domicilios", explicó Carranza.
En distintas investigaciones losfiscales del Ministerio Público de la Acusación (MPA) expusieron la actuación de timadores telefónicos y los métodos para engañar a sus víctimas. Desde gritos de supuestas víctimas de torturas para que sus familiares entreguen dinero hasta prolijos interlocutores bancarios explicando raras disposiciones bursátiles por las cuales un empleado ira a su domicilio a retirar dinero en efectivo. Así, muchas bandas logran estafar a partir de datos que suministran las propias víctimas bajo el viejo ardid de sacar "de metira verdad" y luego ir hilando con esos datos en busca de mayor información a fin de ganar empatía y concretar la estafa. "Hay organizaciones criminales cuyos integrantes cumplen roles determinados. Los que buscan datos, los que se hacen pasar por empleados o familiares y el brazo ejecutor que se hace del dinero", explicó una fuente del MPA.
"También se observó un incremento en hechos delictivos conocidos como estafas telefónicas en las que vecinos reciben llamadas desde la Anses o bancos en los que se anuncia que uno de los integrantes de esa familia fue beneficiado con la emisión de un crédito o del cobro de un bono. Y una vez que se gana la confianza avanza en el diálogo para obtener el número de DNI, los números de tarjetas de crédito y claves de seguridad, o el número de CBU de una cuenta para agilizar los trámites. La recomendación ante estos casos es cortar la comunicación", confió el portavoz del MPA.
"Ante ninguna circunstancia deben darse datos personales o financieros en forma telefónica y en caso de que la comunicación sea de manera electrónica o por mail no hay que acceder a ningún link, ya que puede contener software malicioso", se agregó.
Finalmente, se advirtió sobre denuncias de delitos informáticos o bancarios conocidos como "phishing", modalidad para robar datos personales o bancarios a traves de mails, archivos de descargas, mensajes de WhatsApp, supuestas promociones de empresas o sobre la actualización de datos para plataformas de series, películas o música. "No hay que entregar datos personales o bancarios requeridos mediante estos soportes".