Una mujer de 32 años y un hombre de 20 fueron imputados en el Centro de Justicia Penal por encubrimiento y defraudación. Están ligados al robo de la perrita “Roma”, ocurrido en mayo pasado en pleno centro, y a una serie de maniobras realizadas para extraer dinero de la cuenta bancaria de la dueña de la mascota. Se trata de Tomas R, de 20 y Daniela C., de 32.
El 15 de mayo cuatro hombres en dos motos le robaron a Antonella S. su perra bulldog francés atigrada y un celular. La joven impulsó entonces una campaña en la que llegó a ofrecer 100.000 pesos de recompensa para quien supiera el paradero de la perra, el animal apareció días después. Según Antonella una semana después un hombre la llamó y le dijo que tenía su perra y se la devolvía. Ella no pagó ninguna recompensa y agradeció públicamente a este hombre por su acción.
El día del robo a la mujer también le sustrajeron su celular I Phone. Precisamente desde otro celular alguien se comunicó con la dueña de la perra y por medio de un ardid le pidió una clave para desbloquear el I Phone; con ese guarismo en mano ingresaron a su cuenta de un banco local y le extrajeron 70.000 pesos.
Esa noche de domingo Antonella abrió la puerta de su casa de Santa Fe y Laprida a buscar un pedido de un cadete de delivery. Tenía en sus brazos a su mascota y el celular. “Sólo me acerqué a la moto, tenía el celular en la mano y la perra. Cuando se va el cadete se me aparecen estos tipos armados, les di el celular pero otro gritaba «manoteale la perra»”, contó la joven sobre cómo fue el robo.
A partir de ese día y por casi dos semanas Antonella y su familia buscaron a la perra, pero luego del robo la mujer fue víctima de otro delito que lograron a traves de su celular; una estafa telefónicas y distintos engaños.
Una vez producido el robo de la mascota y el celular un hombre llamó y le pidió a la mujer, por medio de una serie de mensajes de texto, que ingrese la clave de desbloqueo para encontrar su equipo celular. El trámite fue un éxito pero quiene stba al teléfono no se percató que una vez hecho esto el celular se activó. En tanto desde Fiscalía se intentó ubicar el celular una vez que Antonella dio la clave.
Con los datos del celular, los estafadores accedieron a una nota almacenada en el teléfono con distintas contraseñas de diferentes aplicaciones y con ese dato fundamental ingresaron a una aplicación de un banco local y realizaron una transferencia desde la caja de ahorro de la víctima hacia otra cuenta por un total de $ 70.000. Quien llamó realizó una maniobra de phishing, mensajes de texto falsos, con la intención de engañar a Antonella.
Por su parte el fiscal Matías Edery investigó el recorrido del celular y constató que tres días después del robo, Tomás R. –el joven de 20 años imputado el sábado– recibió el celular de la víctima entregado por Daniela C. –la otra acusada–. La semana anterior se realizó un allanamiento y en un domicilio de zona oeste encontraron a los imputados y un total de 50 celulares, de los cuales por lo menos cuatro habían sido dados de baja por robo, hurto o extravío.
El sábado el el juez Florentino Malaponte dispuso la prisión preventiva por 30 días de los dos imputados. En el caso de la mujer, se le concedió la modalidad domiciliaria por estar cursando un embarazo.∏