“En esta zona nunca se termina, es el cuento de nunca acabar. Siempre tienen para una vuelta más y pareciera que las balas están baratas”. La reflexión de un vecino de las inmediaciones de la plazoleta Rodolfo Walsh, en Isola y Maestros Santafesinos, es la síntesis del diario vivir en los monoblocks del Parque del Mercado y del barrio Municipal. Dos barriadas a los que algunos violentos les secuestraron sus nombres para enmascarar una disputa territorial que lleva casi dos décadas con distintas motivaciones. Un cuento de nunca acabar. El viernes a la noche, en un lapso de dos horas, se produjeron tres ataques a balazos en inmediaciones de la plazoleta. Dos fueron contra uno de los monoblocks ubicados en la esquina de Maestros Santafesinos e Isola; la tercera dejó a un hombre de 39 años, apodado “Kambá”, herido a balazos en el tórax, el abdomen, la región lumbar y ambos brazos, en Gutiérrez y Juan Carlos Sánchez. Fue trasladado al Hospital de Emergencias en grave estado.
El territorio delimitado por Isola, Lamadrid, Abanderado Grandoli y la colectora del acceso Sur (en ese tramo Juan Carlos Sánchez) ha sido escenario a lo largo de las últimas dos décadas de innumerables hechos de violencia armada con diferentes motivaciones: “Pimpi” (Roberto Caminos) contra “Chapita” (Lelio Ungaro); “El Brujo” (René Ungaro) y la banda de Los Funes contra Alexis Caminos (hijo de «Pimpi») junto a “Tuby” (Ariel Segovia), entre las más conocidas. Y como no todo es narcocriminalidad en Rosario, por debajo de ellas también hubo choques entre pesados del barrio de armas portar. Delincuentes que no tienen pudor en ir y disparar contra cualquiera.
El protagonista de este relato es el apodado “Kambá”, en guaraní "Negro", un veterano con prontuario abierto que supo tener su momento en las crónicas policiales el 25 de julio de 2012 cuando junto a dos cómplices asaltó delante de media docena de cámaras de videovigilancia una agencia de loterías de Ayacucho al 5200. De allí se llevaron 70 mil pesos. Para aquella fecha tenía en su haber tres condenas cumplidas y cuatro pedidos de capturas. “Kambá” es Marcelo Alejandro M., residente en los monoblocks de Alice al 4900, en el popularmente barrio conocido como “Pimpilandia”.
La saga de violencia que terminó con “Kambá” en terapia intensiva del Heca parece tener su correlato en el asesinato de Carlos Matías “Mambrú” Báez, ocurrido la noche del 11 de septiembre pasado en Maestros Santafesinos entre Isola y Gutiérrez. Al menos así lo entienden algunos vecinos. Siempre según el relato barrial, días antes del asesinato de “Mambrú” el apodado “Kambá” tuvo un áspero cruce con “Pitu larva” un transero que reside en inmediaciones de Maestros Santafesinos e Isola. “«Kambá» quería que «Pitu» le bancara la bolsa (de droga) y el otro no le contestaba los mensajes. «Kambá» no se quedó tranquilo y fue a hacerle bardo a la madre de «Pitu». Entonces «Ema», el hermano, le batió cualquiera. Y quedó la bronca”, indicó un vecino.
Así se llegó a la noche del 11 S. Alrededor de las 21, “Mambrú” Báez se juntó a tomar una cerveza con tres amigos sobre Maestros Santafesinos al 4700. Uno de los amigos de “Mambrú” era “Ema”, el hermando del transero. A la hora señalada, desde Gutiérrez dobló un auto gris y cuando estuvo frente al grupo un hombre disparó contra el grupo. Para los vecinos ese hombre era “Kambá”. La peor parte del ataque se la llevó “Mambrú” Báez, quien murió en el lugar. El apodado “Trapito”, de 36 años, recibió impactos en el pabellón auricular izquierdo y en tórax; “Ema”, de 39 años, resultó herido en la rodilla izquierda con fractura expuesta; y Juan Carlos E., de 38, fue alcanzado en el pie izquierdo. La noticia a “Pitu” de que su hermano había sido baleado no le cayó bien. Y el tiempo siguió su marcha.
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Algunos vecinos contaron que el monoblock de la esquina de Isola y Maestros Santafesinos fue baleado al menos dos veces el viernes a la noche: una a las 20.30 y otra alrededor de las 22.30. “«Kambá» vio que en la zona andaba «Pitu» y baleó el edificio dos veces”, explicó una residente. Pocos minutos más tarde «Kambá» pasó de victimario a víctima. Apareció malherido sobre Juan Carlos Sánchez (la colectora de Circunvalación) a unos 150 metros del monoblock atacado. A su lado podía verse una moto Honda 150. Tenía impactos en el tórax, el abdomen, la región lumbar y ambos brazos. Los vecinos entendieron este último ataque como un vuelto por el ataque al monoblock y que es difícil que esta saga termine en el corto lapso.
Para los investigadores “Kambá” no fue herido en el lugar donde cayó, sino mientras circulaba con su moto. Lo que explicaría que no se hayan secuestrado vainas, aunque no se descarta que le hayan disparado con un revólver. “Kambá” fue trasladado grave al Heca donde quedó internado en terapia intensiva. La investigación del caso quedó en manos de la fiscal Marisol Fabbro, quien comisionó a efectivos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para que trabajaran sobre el territorio buscando testimonios de testigos y la existencia de cámaras de videovigilancia, que a simple vista no se apreciaban.