A Matías Ibáñez lo perseguían para matarlo. Una vieja bronca barrial lo había expuesto a una discusión en la puerta de un quiosco de barrio Triángulo y cuando volvía a su casa lo cercaron en dos motos y un auto. El joven de 21 años trepó a los techos del Pasaje 1876 al 3500 y allí mismo lo alcanzó un balazo en el tórax Cuatro detenidos por el crimen comenzaron a ser juzgados este lunes: tres de ellos como los atacantes que corrieron y balearon a víctima y el cuarto como quien, actuando de refuerzo, se acercó a la escena en un taxi y unos minutos más tarde intentó distraer a la policía. Para todos la Fiscalía solicitó 19 años de prisión.
En el juicio están acusados Sergio Andrés "Pipi" Bustamante, de 31 años; su hermano Emanuel Alejandro, alias "Pantera", de 30; Facundo Elías Pontifice, de 23 y Alexis Martín Ferran, de 31. El debate comenzó en una sala del Centro de Justicia Penal ante el tribunal integrado por los jueces Lorena Aronne, Gonzalo López Quintana y Carlos Leiva. Los cuatro fueron acusados de un homicidio agravado por el uso de arma. A excepción de Emanuel Bustamante, los restantes sumaron la portación ilegal de un arma de uso civil.
En sus alegatos de apertura el fiscal Luis Schiappa Pietra pidió 19 años de prisión para cada uno de ellos como coautores del crimen cometido el 10 de mayo de 2021. Al anochecer de ese día Matías Ezequiel Ibáñez y su hermano mellizo llegaron en una moto ajena a su casa del Pasaje 1876 al 3500. Había ntomado esa moto para escapar de una pelea a golpes con viejos rivales del barrio ligados al narcomenudeo.
Un familiar contó entonces a este diario que Matías y su hermano mellizo habían salido de su casa para comprar algo de marihuana a unas pocas cuadras de su casa, cruzando el bulevar Seguí, en barrio La Lagunita. De acuerdo con la investigación Matías tuvo un cruce de miradas con uno de los soldados que vendía o custodiaba el lugar para los hermanos Bustamante, con quienes había tenido un problema tiempo atrás. Dos años antes, contaron sus familiares, se habían agarrado a las piñas a la salida de un baile.
Al volver del quiosco los hermanos decidieron tomar otro camino para evitar un cruce con la gente del búnker, pero cuando estaban llegando a su casa fueron interceptados por dos de los integrantes del grupo que se movían en una moto cada uno. "¿Qué pasa que pasás por allá, qué tanto mirás?", lo increpó uno de ellos. Matías practicaba artes marciales y en medio de los insultos golpeó a uno de los oponentes y le hizo una toma que lo dejó en el suelo. Al otro también le pegaron, pero pudo irse corriendo y amenazándolos.
Así los hermanos tomaron una de las motos en la que iban los otros jóvenes y se fueron a su casa, a unos trescientos metros. El fiscal planteó en el juicio que la pelea fue por “problemas personales” de Matías con Pontifice y Ferran, ligados a una organización de venta de drogas a baja escala de los hermanos Bustamante. “Se agarraron a las piñas, uno de los chabones estaba armado y él tuvo que agarrar una moto de ellos y se vino para acá”, relató entonces una hermana de Matías.
Así los hermanos Ibáñez llegaron a su casa y buscaron refugiarse. Matías estaba en el techo cuando llegaron los atacantes: tres de ellos iban armados en dos motos y un cuarto como refuerzo en un taxi. “Matías estaba arriba de los techos y ahí le tiraron. Lo venían corriendo. Desde arriba él gritaba que llamen a la ambulancia”, apuntó su hermana. Los atacantes comenzaron a tirar y un disparo lo alcanzó en el pecho. Murió minutos después de su llegada al Policlínico San Martín. En la escena se levantaron al menos tres vainas servidas.
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De acuerdo con la acusación fiscal, los que llegaron armados en moto eran Sergio Bustamante, Pontifice y Ferran, mientras que Emanuel arribó al lugar en un taxi y se mantuvo dentro del vehículo mientras se cometía el ataque. A los pocos metros su hermano Sergio subió al auto. Minutos después se cruzaron con un móvil policial y, según la acusación, intentaron distraer a los agentes para que no se acercaran al lugar del crimen.
El primero de los cuatro acusados en caer fue Sergio “Pipi” Bustamante, detenido en octubre de 2021 en una allanamiento a una casa de Biedma al 6000 donde se secuestró una bolsa con marihuana y dinero en efectivo. Entonces ya había una orden de detención para el resto de los sospechosos y diez días más tarde se entregaron Alexis y Facundo. El último fue Emanuel, apresado en diciembre de 2022.
El mismo pasaje donde fue asesinado Ibáñez había sido escenario de un crimen dos años antes, cuando se celebraba una fiesta de cumpleaños. Al lugar llegó caminando Nelson Gabriel “Chucky” Lobos y abrió fuego para vengar una pelea previa en un quiosco del barrio. Buscaba al hermano mellizo de Ibáñez, con quien habían discutido y peleado a piñas.
“Ahora voy y te manto a vos y a toda tu familia”, prometió Chucky, que al llegar al pasaje efectuó diez disparos al bulto en medio de la fiesta. Esto causó la muerte de Micael Alexander Ojeda, de 21 años, quien recibió un disparo en el pecho, y causó heridas a otras dos personas. En mayo de 2021 Lobos aceptó 20 años de prisión como autor del crimen.