Mauricio Guzmán tenía 47 años y fue asesinado con un balazo en la cabeza en un sector sin urbanización del barrio Las Flores el 1º de mayo pasado. Iba en moto acompañando a familiares que caminaban junto a un terraplén de la zona cuando dos jóvenes que lo abordaron con un arma de fuego y un cuchillo lo hirieron de bala en la cabeza, al parecer para robarle. A partir de declaraciones de testigos, Samuel Horacio M. fue imputado la tarde de este martes por el delito de homicidio en ocasión de robo. Quedó en prisión preventiva.
M. es un albañil de 22 años y fue imputado por el fiscal de Homicidios Alejandro Ferlazzo en base a testimonios que lo vinculaban con el crimen. Fue detenido y sometido a una rueda de reconocimientos en la que un familiar de la víctima lo reconoció como uno de los atacantes. Sobre esa base fue imputado, aunque la investigación es preliminar y aún debe profundizarse. En la audiencia que se realizó ante la jueza Valeria Pedrana el acusado dijo que él no fue el autor del hecho. Quedó imputado como coautor de un homicidio en ocasión de robo y le dictaron la prisión preventiva por el plazo legal de dos años.
El crimen, según lo relevado hasta el momento, fue resultado de un intento de robo de parte de dos jóvenes que aparecieron de entre medio de unos cañaverales y sorprendieron a Guzmán cuando iba en moto acompañando a familiares que caminaban por la zona. Después de un leve forcejeo, según relataron los testigos, uno de los ladrones le disparó en la cabeza. La imputación fiscal plantea que el detenido M. habría sido quien portaba el arma blanca, en tanto que su acompañante —aún prófugo— le disparó al cráneo. Luego ambos se fueron corriendo en dirección a calle San Martín.
El lugar donde ocurrió el crimen es un camino de tierra al que se accede sobre el final de Guaria Morada y el cruce con la calle 513, en el extremo sur del barrio Las Flores. Guzmán se había criado en el barrio y vivía con su pareja en Villa Gobernador Gálvez, donde trabajaba de albañil. Sus familiares lo definieron como "una persona intachable como tío, primo y amigo, fanático de River".
Ese domingo, después de comer un asado en la casa familiar de calle Hortensia al 1900, chicos y grandes fueron a pasar la tarde a una plaza y al atardecer Mauricio se dispuso a “hacer de remis”, como decían sus familiares. "El siempre andaba en moto y, como son muchos chicos en la familia, para que no caminaran hizo un par de viajes. Trajo a dos, después volvió y trajo a otros dos, después a mi nena más grande y enseguida volvió para acompañarnos a nosotras", contó entonces a este diario Patricia, tía de la víctima, quien caminaba de regreso a su casa con su beba de ocho meses, otra nena y la pareja de Mauricio cuando el muchacho las alcanzó para escoltarlas, en un callejón oscuro repleto de cañaverales.
>> Leer más: Tras el abril más violento en una década, mayo abrió con un homicidio en Las Flores
"Yo no quería volver con él, le dije que nos esperara en casa. Pero él era de esas personas que no te deja solo, era muy compañero", agregó Patricia. “Cuando doblamos para bajar por el terraplén nos cruzan, Mauricio se da vuelta y grita «corran que nos van a robar». El corrió con la moto, después la largó y se quedó ahí parado”, relató la mujer, y precisó que al darse vuelta su sobrino “tenía a los dos pibes encima”, uno de frente y otro de espaldas. Señaló que hubo un breve forcejeo en el que uno de los ladrones tomó de la ropa a Mauricio, se escuchó un disparo y luego la víctima y el atacante cayeron a una zanja.
Los agresores se fueron corriendo y Mauricio quedó en la zanja, herido con un balazo en la cabeza de tal gravedad que no llegó con vida al Hospital Roque Sáenz Peña. Los familiares dijeron que los asaltantes habían estado robando esa tarde por el barrio. En base a testimonios fue detenido M. como quien portaba el arma blanca, en tanto que el otro presunto agresor se encuentra prófugo.