El cliente de una farmacia de la zona oeste esperaba su turno para comprar unos remedios la noche del 16 de agosto cuando vio pasar “una moto negra, de grandes cilindradas, con una persona de ropas oscuras y encapuchada”. En el instante en que miró hacia afuera vio que el conductor sacaba un arma y empezaba a disparar al negocio. “Escuché dos disparos y sentí el dolor en un dedo”, contó. Al tiempo que una le atravesaba el pulgar izquierdo, el hombre se arrojó a cerrar la puerta del negocio de Seguí y Constitución, que estaba siendo blanco de extorsiones.
Esa balacera dejó al descubierto las amenazas que recibía por esos días un hijo de la dueña, promotor de bares y boliches, quien el pasado domingo 7 de enero reconoció a quien lo extorsionaba en un local bailable de Tucumán y Balcarce. Brandon Ezequiel E. fue detenido esa madrugada y esta semana fue imputado por el fiscal Franco Carbone por un intento de extorsión agravado y el delito de amenazas simples.
De acuerdo con datos de la investigación, el acusado es novio de una hermana de Guille Cantero, condenado como jefe de la banda de Los Monos. La jueza Hebe Marcogliese le dictó la prisión preventiva por el plazo legal de dos años.
La maniobra extorsiva comenzó el 14 de agosto pasado. A las 18 de ese día, la víctima comenzó a recibir audios amenazas de WhatsApp de un joven al que tenía agendado como Brandon, quien solía consultarlo sobre eventos en los boliches. “Che, ¿qué hay para hacer esta noche?”, preguntó, y al no recibir respuesta continuó: “Viste que te hacés el canchero. Ahí hablamos y te vamos a cuetear todo”.
A pesar de que bloqueó el contacto, a los dos días recibió nuevos mensajes: “Loco, es fácil. Desbloqueá o plomo. A la farmacia de Seguí con una carta en tu contra”. Ofreció “protección por las buenas o por las malas” y agregó: “Ya sabés cómo es el sistema. Ahí te mando los pibes. Fijate vos”. El mismo día, pasadas las 20, fue la balacera en la farmacia de Seguí entre Constitución y San Nicolás que en ese momento atendía la madre de la víctima. También estaban sus hijos, dos empleadas y el cliente que resultó herido.
“El que disparó se fue en contramano por Avellaneda. Me quedé en el piso porque vi mucha sangre. No sabía si estaba herido en otra parte hasta que llegó la ambulancia”, relató el cliente, a quien la bala le atravesó el dedo pulgar izquierdo y le ocasionó una fractura.
"Tengo pruebas de las amenazas. Denunciamos y no vamos a pagar", dijo entonces a la prensa el hijo de la dueña y aseguró que sus padres tenían esa farmacia desde hacía cincuenta años y nunca antes los habían extorsionado. El hostigamiento, según el denunciante, no cesó allí. El 23 de agosto siguió recibiendo audios intimidantes: “Te va a salir bien caro, te voy a dejar muerto uno”, amenazó.
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Cuatro meses más tarde, el 30 de diciembre pasado, estaba en una fiesta privada en un club de Olegario Víctor Andrade al 1900 junto a su hijo adolescente cuando se cruzaron con Brandon, quien forcejeó con personal de seguridad y volvió a expresar amenazas. Padre e hijo no llegaron a ser lastimados porque escaparon de la fiesta saltando un tapial y luego corrieron por Uriburu y Oroño, donde los pasó a buscar un amigo.
Finalmente Brandon E., quien contaba con pedido de captura, fue detenido el domingo a la madrugada luego de que el denunciante lo reconociera en un boliche de Tucumán y Balcarce. Personal del local lo sacó hasta la salida, donde un conocido intentó retirarlo a bordo de un vehículo Citroën C3, pero lo apresaron antes y el auto fue secuestrado.