Cinco puntazos en la espalda, un disparo detrás de la oreja derecha, un corte en el cuello, el rostro desfigurado y la mitad del cuerpo quemado. Así fue encontrada la mañana de ayer Dayana Soledad Capacio, la piba de 17 años que era buscada desde el martes pasado cuando desapareció de su casa de la zona sur de la ciudad. El macabro hallazgo, hecho por un cazador, tuvo como escenario un monte ubicado al costado de la autopista Rosario-Buenos Aires, en jurisdicción de General Lagos. Fue casi al mismo tiempo en que sus familiares, desesperados ante su ausencia, realizaban una marcha en avenida San Martín y Uriburu. Cuando los primeros policías llegaron al lugar sorprendieron a un joven de 21 años, ex novio de la adolescente, que se iba en un auto. Lo detuvieron, y en el interior del vehículo encontraron un revólver calibre 32 sin balas.
El médico policial que supervisó el levantamiento del cadáver estimó que la víctima fue ultimada entre 24 y 36 horas antes del hallazgo. Por eso, los investigadores tratan de indagar entre los allegados y familiares de Dayana para saber qué pasó y dónde estuvo la joven desde que se fue de su casa, el martes a las 14.30, y la noche del miércoles, cuando la habrían matado.
Bajo los árboles. El lugar es conocido como el parador de General Lagos. Un tupido monte de palmeras, eucaliptos y otras especies que se levanta sobre la mano este de la autopista, un kilómetro al sur del camino que conduce a la comuna. Allí, a media mañana de ayer, un cazador de la zona caminaba junto a sus perros cuando uno de los canes dio con el cuerpo de una mujer. "Pensé que habían tirado un maniquí", comentó el hombre, que inmediatamente llamó a la subcomisaría 13ª para dar cuenta de lo que había visto. Unos minutos después un patrullero llegó al lugar. El chofer de la patrulla estacionó su móvil detrás de la arboleda, por lo que no era visto desde la autopista.
El cuerpo estaba boca arriba, entre yuyos secos. Tenía el rostro desfigurado y el costado izquierdo estaba siendo presa del fuego recién encendido. Vestía ropas similares a las que describieron los familiares de Dayana cuando el jueves estuvieron en La Capital pidiendo que se difunda la foto de la joven para poder hallarla rápidamente: pollera negra, remera roja y sandalias.
Los policías sofocaron el fuego y decidieron ir a buscar apoyo a la subcomisaría del pueblo. Cuando el auto policial emprendió la marcha se topó con un Volkswagen Gol gris que abandonaba el monte por el frente que da a la autopista. El policía le ordenó al chofer que detuviera la marcha y le preguntó al conductor, Maximiliano T., de 21 años, qué hacía en el lugar. "Vine a fumarme un porrito", respondió el joven. Pero al agente la respuesta no lo convenció y decidió demorarlo bajo sospecha además de requisar el auto: así halló un revólver calibre 32.
Después se supo que Maximiliano T. era un "noviecito de Dayana que vivía a unas diez cuadras de la casa" de la joven y del cual Miriam, una tía de la adolescente, habló en la edición de ayer de este diario. La mujer dijo que Dayana "habló con él antes de que se perdiera contacto" con ella.
Con el muchacho demorado en la subcomisaría de General Lagos, el monte se pobló de autos policiales y al lugar llegaron los comisarios Walter Miranda y Hernán Brest, máximos jefes de la Unidad Regional II. Entonces, sobre el terreno comenzaron a trabajar efectivos de la policía científica y Homicidios. Primero realizaron vistas fotográficas de la escena y luego realizaron el levantamiento del cuerpo, que estaba a unos 300 metros de la casa más cercana (una residencia de fin de semana) y a igual distancia de la autopista.
De acuerdo a lo que confiaron fuentes de la investigación, el cadáver presentaba al menos cinco puntazos en la espalda y un profundo corte en el cuello, sobre el lado izquierdo. También tenía un orificio detrás de la oreja derecha compatible con una herida de bala. El resto será develado por la autopsia ya que todo el lado izquierdo del cuerpo estaba quemado por el fuego. En la zona intercostal, sobre ese lado, se detectó otra herida que podría ser otro disparo.
Otro detalle que deberá dilucidar la pesquisa, a cargo del juez de Instrucción Luis María Caterina y la fiscal Viviana Baliche, es si Dayana fue asesinada en el lugar donde apareció el cuerpo o en otro sitio.
Complicado. La situación de Maximiliano T. es incómoda. Desde la tarde del martes, cuando se perdió el rastro de Dayana, el muchacho había sido entrevistado al menos dos veces por los investigadores policiales. Siempre negó conocer qué había sido de la suerte de la muchacha. Y es más, familiares de la joven comentaron que la medianoche del jueves Maximiliano fue hasta la casa de su ex novia para preguntar "si había alguna novedad" sobre ella.
Su presencia en la escena del crimen, sumado a que el cuerpo estaba siendo consumido por el fuego cuando él abandonaba el lugar, lo colocan en el ojo de la tormenta. "Cuando el caso tomó estado público (ayer fue la noticia del día antes del hallazgo del cuerpo), este muchacho volvió a la escena del crimen para borrar las pruebas. La fundamental, el cuerpo", comentó una fuente.
Ayer, el juez de Instrucción Luis María Caterina ordenó que Maximiliano T. quedara detenido en la división Judiciales de Jefatura. De ser encausado por la figura de homicidio agravado por el uso de arma, el detenido deberá afrontar un juicio oral y público y la posibilidad de una condena a prisión perpetua. Durante el día circularon varias versiones, entre ellas que el ahora detenido había tenido algunos incidentes de violencia hacia Dayana y su actual novio. Hechos que no fueron denunciados.
Dayana tenía dos hermanos, Leonardo, de 13 años, y Estefanía, de 20. Trabajaba cuidando niños y estudiaba en el turno nocturno de la Escuela de Enseñanza Media Nº 350 Provincia de Santa Fe, ubicada en Rodríguez 4651, a pocas cuadras de su casa de Uriburu 2492. El martes por la tarde salió de su casa minutos después de las 14.30 y nada más se supo de ella. Le dijo a su hermana que iba a estudiar. Su mamá radicó la denuncia por averiguación de paradero en la comisaría 15ª y el caso fue tomado por el juzgado de Menores 3. Ahora habrá que esperar las pericias forenses ordenadas por el juez y que es lo que tiene para contar Maximiliano T., el ex novio de Dayana.
"Nunca se fue de casa"
Lo último que se supo de Dayana fue a las 14.30 del martes, cuando la joven salió de su casa con un cuaderno y unos apuntes para ir a estudiar a lo de una amiga porque tenía una prueba, según le dijo a sus hermanos. Desde entonces, su familia perdió contacto con ella.
Ayer a la mañana, cuando aún no se conocía el trágico final, la mamá de Dayana, María Flores, dijo en LT 8 que su hija “nunca se había apartado de casa, nunca tuvo problemas familiares”. Y contó: “Es una chica muy espontánea, si está enojada lo manifiesta, y nunca mostró estar molesta con nosotros”. Después recordó la “infinidad de veces” que la llamaron a su celular y le mandaron mensajes de textos sin tener respuestas desde el martes. “El teléfono siempre está apagado”, dijo la mujer.