La audiencia en la que el viernes se pidió la libertad de Claudio Tavella, el histórico abogado de Esteban Alvarado que está detenido hace dos semanas en la cárcel de Piñero, instaló en el corazón de un ámbito jurídico miradas muy contrapuestas sobre el ejercicio de la profesión de penalista. Su defensa enfatizó que lo perseguían sin pruebas, en base a una confusión que supone un avasallamiento al desempeño de una profesión liberal. Los fiscales reaccionaron rotundamente y afirmaron que Tavella cometió delitos que ayudaron al desarrollo de la empresa criminal de Alvarado, que la evidencia es concluyente
Hace dos semanas Tavella quedó imputado de integrar la asociación ilícita de Alvarado, quien está acusado de idear el crimen de un prestamista, los últimos atentados a blancos del Poder Judicial y de liderar una trama de empresas destinadas a financiar y dar logística a delitos diversos en una red con 34 imputados.
En la audiencia del viernes Tavella ejerció una defensa personal y en una exposición de diez minutos dijo no entender qué se le imputa. Justificó las llamadas acreditadas con Alvarado en que es su abogado. Dijo que nunca intentó plantar prueba para desviar la investigación que apuntaba a su cliente por el crimen de Lucio Maldonado. Y que son falsas las imputaciones sobre su gestión para que ingresara al Heca con un nombre falso un miembro baleado de la banda. "Se me imputa ser miembro de ser asociación ilícita por ser abogado de una persona", dijo.
"No imputamos a una persona por su trabajo de abogado sino a alguien que permitía con sus aportes positivos el funcionamiento y expansión de una organización criminal", replicó el fiscal Luis Schiappa Pietra. "No dejaremos que se instale esta confusión interesada. No perseguimos abogados. Perseguimos a personas que cometen delitos y con una evidencia con la que tenemos certeza que habrá condena".
El epicentro del debate fue la idea de que hay un ensañamiento, como dijo el defensor Guillermo Murati, con el ejercicio de una profesión liberal. Los fiscales afirman que defender a tiempo completo a una banda que comete los mismos delitos durante años, o asistirla de manera constante como contador o arquitecto, no tiene nada que ver con el ejercicio profesional. No fue un contrapunto nacido en un medio de prensa sino un pleito de resonancias éticas y políticas en una sala del Centro de Justicia Penal.
Sensibilizados
La discusión de la evidencia, por momentos acalorada, impuso un duelo argumental donde el componente emocional se cortaba con cuchillo. "Niego rotundamente ser el Claudio que habla en escuchas en las que no están consignados los números de teléfono, ni receptor, ni emisor, ni la fecha. Es una transcripción en un papel donde un Claudio y un Jorge arman supuestamente una maniobra para internar a alguien. Menos mal que se llama Claudio y no Matías porque si no podrían haber pensado que era el fiscal", dijo Tavella sobre el fiscal Matías Edery.
"Muy sensibilizado" por la detención de su colega y defendido, Murati señaló que no hay contra Tavella evidencia de cargo debidamente acreditada y que lo único que tuvo éste con su cliente de siete años fue un deber de confidencialidad y lealtad. "La Fiscalía violó todas las formas al no darle a un profesional el trato que se merece conforme a la orfandad probatoria", dijo Muratti, y cailficó como sido un exceso detener a Tavella en la casa de sus padres. "Hay dos hijos de 9 y 11 años que esperan que el padre regrese de viaje y por eso pedimos la inmediata libertad de mi cliente", afirmó.
Edery sostuvo que los delitos atribuidos a Tavella no tienen nada que ver con defender a un acusado sino con participar de la organización criminal como abogado desde 2012 hasta la fecha, en una banda que con sus aportes se tornaba más fuerte en su capacidad económica, de generar violencia y de obtener impunidad policial. Dijo que cruzó 200 mensajes con su cliente Alvarado pero que además se le comprobaron llamados con otros imputados a los que no defiende: más de 50 con los policías Cristian Di Franco y Marcelo Rey, y 30 con el operador comercial Jorge Benegas.
Schiappa Pietra replicó lo que dijo Muratti sobre el impacto emotivo que produce la detención de un colega. "Si aludimos a la sensibilidad, podemos hablar de la nuestra", lanzó al recordar el ataque a tiros, diez meses atrás, a la casa de una perito contable de su oficina fiscal. "Esos tiros se pergeñaron mientras Tavella asistía a Alvarado. No digo aquí que Tavella sabía que se hiciera eso. Pero la entidad de los mensajes donde en reiteradas oportunidades intercambiaban comentarios son contundentes. No tengo duda de que a Tavella lo van a condenar con esta evidencia", sostuvo.
Elementos organizadores
El fiscal plantó el eje del debate que divide a los abogados de Rosario. "Que Tavella haya tenido este nivel de intercambio de mensajes con un prófugo como era en ese momento Alvarado no puede ser menor. No porque lo diga la fiscalía. En materia de criminalidad organizada el Estado no puede no mirar el rol de profesionales que, muy lejos de asistir a personas, son elementos estructurales y organizadores de los grupos criminales. Estamos hablando de criminalidad organizada: lo dice el Gafi (Grupo de Acción Financiera Internacional) o Unodc (Oficina de las Naciones Unida contra las Drogas y el Delito)".
Schiappa Pietra ilustró con detalles del legajo. "Mientras compartía estos mensajes, Alvarado manejaba cinco empresas, trasladaba depósitos entre cuentas, vaciaba empresas para pasar capitales de una a otra. Hay más de cien vehículos embargados y más de 40 millones de pesos bloqueados en cuentas. Esta estructura económico criminal funcionó al amparo de un montón de gente".
Otra mirada
"Esto no es asesorar profesionalmente a un cliente. Estamos en una coyuntura en la que los organismos investigadores ponen cada vez más el acento en estas ramificaciones de las organizaciones criminales. Tenemos imputada a una estructura policial que construyó un permiso estatal para que Alvarado funcione siete años. No es que un día nos levantamos y dijimos vamos a imputar un abogado. Tavella tiene estos contactos desde 2012 y continúa en estos momentos. ¿Qué asesoramiento jurídico es este? Seguimos mirando con indulgencia conductas profesionales que nos impiden ver cómo funcionan mercados criminales sofisticados. Las agencias de investigaciones tienen un direccionamiento cada vez más fuerte con estos temas a la hora de establecer conductas ilícitas. Hay que tener una mirada mas profunda".
Tavella pidió la palabra al final. "Fui abogado de Alvarado en una causa de 2009 por la que fue condenado. Fui abogado de Ramos. Soy abogado y defiendo gente, por eso tengo comunicaciones que también tengo con Edery y Schiappa Pietra. Se me vincula a una organización ilícita porque tengo conversaciones con mis clientes. No se dónde estaba Alvarado. Pero si cuando estaba prófugo decía dónde estaba habría violado el secreto profesional. No sé cuál es la lógica que plantea al fiscalía", sostuvo.
El camarista Daniel Acosta trasladó para mañana la decisión sobre la audiencia en la que la defensa de Tavella ofreció bienes por 9 millones de pesos como fianza al pedir su libertad. Los abogados señalaron como insensata la privación de libertad en tanto la expectativa de pena de tres años, permite su libertad. El fiscal Edery replicó que la peligrosidad procesal no está en la posibilidad de fuga sino en el asesoramiento a una banda que sigue activa, moviendo bienes.