A fines de agosto, un hombre de 50 años quedó bajo prisión preventiva por quemar a su expareja para borrarle sus tatuajes y mantenerla cautiva. Este jueves, se extendió la medida cautelar para que el imputado continúe tras las rejas y la causa se acerca a un cierre para pasar a la preparación del juicio.
Leonardo S. seguirá privado de su libertad al menos hasta el 29 de diciembre, de acuerdo a la resolución de la última audiencia vinculada al caso. La detención se prorrogará nuevamente de manera automática si lo acusan y proponen una condena antes de que se venza dicho plazo.
El dictamen del juez Gonzalo López Quintana indica que hay evidencia suficiente para agilizar el camino hacia el juicio por un caso grave de violencia en contexto de género. Cabe recordar que la denunciante estuvo internada en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) por golpes y lesiones correspondientes al uso de agentes químicos.
Nueva orden de prisión preventiva
La fiscal Mariela Gusso pidió que el detenido permanezca tras las rejas por algo más de un mes. En esta instancia ratificó la imputación que había hecho su colega Guillermina Torno hace tres meses, cuando el Ministerio Público de la Acusación (MPA) solicitó la captura durante un allanamiento en Italia al 3200.
Luego del arresto, Leonardo S. fue imputado por lesiones graves. El delito se considera agravado por la relación preexistente y el contexto de violencia de género. También lo señalaron como responsable de privación de la libertad agravada, ya que su expareja pasó varios días encerrada tras la agresión para evitar que descubrieran lo que había hecho.
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La mujer de 36 años fue atendida en el Heca el domingo 24 de agosto, cuando denunció que le habían tirado ácido en el cuerpo. El primer examen forense determinó que tenía lesiones térmicas de primer y segundo grado en los brazos, las piernas y la espalda. Además le diagnosticaron golpes en la cabeza.
Los investigadores presumen el imputado agredió a la víctima una semana antes de la internación. Luego de una discusión, la obligó a sentarse en una silla y a quitarse la ropa para aplicarle un agente químico.
Una mujer encerrada y amenazada
Después de la agresión entre el 14 y el 18 de agosto, Leonardo S. se fue varias veces de la casa donde convivían, pero cerraba la puerta para que la denunciante no saliera del domicilio. No obstante, ella consiguió comunicarse con un amigo a través de redes sociales y empezó a buscar la forma de escapar.
La oportunidad de la huida se dio dos días antes de la denuncia realizada en el Heca. Ese viernes a la mañana, el detenido se fue a trabajar y se olvidó las llaves. Entonces, la mujer se fue a la casa de la persona con la que se había contactado y poco después pidió ayuda en el nosocomio, dado que su estado de salud había empeorado por las lesiones.
El MPA constató que la paciente ya se había separado del sospechoso y había recurrido a la Justicia por agresiones previas. En enero de 2024 se había abierto una causa por amenazas calificadas y lesiones. Más adelante, la víctima "recompuso el vínculo por temor", ya que el imputado le había mandado fotos de sus hijas en la escuela.
Luego de la revisión de la medida cautelar, la Fiscalía Regional de Rosario aspira a presentar la acusación para solicitar la realización del juicio. En caso de que se admita el trámite, la prisión preventiva se extenderá automáticamente hasta el final de la audiencia preliminar, cuando ya quedará definido el pedido de condena.