El abogado y policía Jorge Russe, ex jefe de tercio del Comando Radioeléctrico (CRE) imputado de haber coimeado a un sindicado como narco de barrio Ludueña días antes de que lo fueran a buscar en un operativo con más de 50 allanamientos, fue condenado a tres años y cuatro meses de cárcel mediante un juicio abreviado homologado por la jueza Silvana Lamas González. El policía, de 50 años, fue detenido en octubre de 2022 a partir de una escucha que lo situó como queriendo hacer negocios con Jonatan Almada, un joven que por esos días estaba siendo investigado como miembro de la llamada “banda de Mauro Gerez”.
La condena acordada entre la fiscalía y la defensa de Russe incluye además la portación ilegal de un arma calibre 22 de las que se suelen plantar en procedimientos ilegales y su participación en otro apriete a una familia santafesina a la que le exigieron una coima en un incidente que culminó, ocho días después, con la muerte de una de las víctimas.
Negocios
La noche del 18 de agosto de 2022 Russe circulaba con un compañero en una camioneta 9286 del CRE por la zona norte, cerca del domicilio de Almada. Al llegar al cruce de Rubén Darío y Florida interceptaron la marcha de un Ford Fiesta en el que circulaban el muchacho y su pareja. Los uniformados se identificaron como policías, les solicitaron los datos a los ocupantes del auto y verificaron si había pedidos de captura para ellos como para el vehículo.
Ambos informes dieron resultados negativos, pero Russe continuó con la charla. “Fijate Negro, a ver cómo podemos arreglar, una atención o algo, porque esto también es un trabajo para mí y te estoy favoreciendo”, le dijo el policía luego de diez minutos de conversación durante los cuales, según la acusación, le había manifestado sus intenciones de cobrarle a Almada para dejarlo trabajar mientras éste negaba toda vinculación con el mundo del hampa. Sin embargo la insistencia del policía terminó diez minutos después con la entrega de 10 mil pesos que llevaba la novia del automovilista.
Por entonces Almada, hijo de un policía retirado, no sabía que días después sería imputado como organizador de la llamada “banda de Mauro Gerez”, una pandilla polirrubro que protagonizaba por esos días una de las más terribles escaladas de violencia que asoló la ciudad en los últimos tiempos; un enfrentamiento con otra gavilla por el control territorial del narcomenudeo en los barrios Ludueña y Empalme Graneros que disparó las tasas de homicidios en la zona durante ese año.
En ese contexto de sospechas e investigaciones contra Almada una intervención telefónica al teléfono de su novia reveló, cuando ésta le narró la situación a otra persona, el incidente coimero que habían vivido con Russe. Sin embargo, el operativo con más de 50 allanamientos contra la banda de Gerez realizados cuatro días después fue la prioridad. Se recuerda que, tal vez asustado por el encuentro involuntario que había mantenido con el policía y compelido a moverse del barrio donde también acumulaba otras broncas, Almada no fue ubicado en esas requisas sino que cayó al día siguiente en un departamento del centro rosarino.
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Entonces fue imputado como organizador de una banda que se había formado en la cárcel de Piñero para copar Ludueña a los tiros y manejar la venta minorista de drogas. Según las investigaciones esa banda estaba entonces liderada por Andy Benítez y Julián Aguirre, desde el penal, a quienes en mayo se había sumado quien fuera el gerente en la calle, Mauro Gerez. A Almada se le atribuyó la gerencia y control de la recaudación de la venta de drogas. También fue imputada Magalí C., la novia de Almada que aportó los 10 mil pesos para Russe.
Meses después
Una vez terminadas las extensas audiencias imputativas contra la treintena de personas involucradas en la banda de barrio Ludueña, el fiscal Pablo Socca decidió ir por los policías que habían extorsionado a dos sospechosos tres días antes de los allanamientos. La tarea consistió en constatar el relato de la novia de Almada con el GPS que daba cuenta del recorrido de la camioneta 9286 del CRE cuyos ocupantes eran Russe y Ricardo Páez.
Sin embargo, tal como publicara este diario por esos días, en vez de ir a allanar los domicilios de los policías sospechados, el fiscal decidió interceptarlos en pleno patrullaje. La noche del 3 de octubre de 2022 efectivos de la Agencia de Control Policial (ACP) interceptaron la camioneta del CRE cuando circulaba por Ayacucho al 6800. Los uniformados llevaban, además de sus pistolas reglamentarias, dos armas de fuego aptas para disparar pero sin papeles. En el caso de Russe, se encontró en un bolso suyo un revólver Bagual calibre 22.
Trágico
Además de las imputaciones por la propuesta comercial que le había realizado a Almada y de la portación ilegal de armas, Russe recibió otra imputación por su participación en un hecho que terminó trágicamente, en una causa que databa de noviembre de 2021 y se había estancado en la Fiscalía de Violencia Institucional. Ocurrió la madrugada del 10 de noviembre de 2021, sobre las 2.30, cuando el policía interceptó en inmediaciones de Baigorria y Circunvalación la marcha de un Renault 19 en el que viajaba una familia santafesina.
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Según la denuncia Russe y el subinspector Diego Eduardo Barragán, ambos de servicio en el móvil 8691 del CRE, les dijeron a los ocupantes del Renault que estaban violando una supuesta restricción de circulación en el marco de la pandemia. En ese marco el conductor entregó los papeles del vehículo pero la respuesta de Russe fue: “Con los papeles no hacemos nada, por más que esté todo al día. Vamos a la comisaría que ahí llamó a la grúa y que te retengan el vehículo, y llamo a la fiscal para que disponga adonde van a ir presos ustedes”.
Sin embargo, el policía ofreció una alternativa: “Son cinco personas arriba del auto, te va a salir 10 mil pesos de multa por persona, 30 mil la grúa y 50 mil la fiscal. Lo menos que tenés que darme son 30 mil”, ofreció el policía y abogado.
En ese marco de aprietes, la mujer del conductor comenzó a sufrir convulsiones y la situación escaló en gravedad al punto que los policías terminaron guiando a la familia santafesina hasta el Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria. Mientras la mujer de 44 años era diagnosticada con un ACV los policías se apiadaron el conductor y le dijeron que ya no tendría problemas con el auto, que ellos se ocuparían de arreglar todo. Ocho días después, todavía internada en terapia intensiva, la mujer falleció.
Y más de un año después de haber sido detenido, Russe admitió las acusaciones en su contra mediante un procedimiento abreviado homologado días atrás en una audiencia en la cual el policía se hizo cargo de las imputaciones por los delitos de concusión agravada, portación ilegal de arma de fuego de uso civil, e incumplimiento de los deberes de funcionario público en calidad de coautor, todos en concurso ideal, y concusión agravada en carácter de coautor.