"Quedate tranquilo que en una semana te vas". Karen, un travesti de 33 años que
estuvo acusado por el homicidio del bicicletero Gabriel Dichiara, escuchó esa frase en tono de
consuelo de boca de un empleado judicial. Al principio creyó que la pesadilla terminaría en poco
tiempo, pero el sistema judicial santafesino se tomó más de dos meses para establecer que los
indicios que lo colocaban bajo sospecha eran insuficientes. En el medio pasaron situaciones
terribles de abusos y humillaciones en las cuatro seccionales policiales donde le tocó permanecer
hasta que una jueza le dictara el viernes pasado la falta de mérito, una resolución adelentada por
este diario en su edición de ayer.
"No sólo perdí 70 días de mi vida. También perdí mi casa y mi dignidad. Me
acusaron de matar a una persona que no conocía. Antes tenía una vida normal, alquilaba una casita
en Casiano Casas, pero desde que fuí detenida por el homicidio la dueña no quiso saber nada y me
rescindió el contrato. Quisiera hacer algo para que estas cosas no vuelvan a ocurrir y tengo
derecho a pedir un resarcimiento. A mí me encerraron por mi condición sexual y lo peor fue que
nadie me quiso escuchar.", remarcó Karen ayer, a menos de 24 horas de haber recuperado la
libertad.
Karen, o Andrés Marcelo Velazco según reza su documento de identidad, habló con
LaCapital de la difícil experiencia que le tocó vivir en prisión por algo que no hizo. Sin contar
con antecedentes penales tuvo que compartir el lugar de alojamiento no sólo en condiciones
edilicias precarias, sino también con presos comunes que transformaron su estadía tras las rejas en
un verdadero calvario. "Por lo único que me habían llevado detenida en mi vida fue por
prostitución, cuando ese trabajo era mucho más perseguido que ahora. Nunca delinquí. Y ahora sufrí
todo tipo de abusos de parte de los detenidos. Incluso, un día me quisieron prender fuego",
rememoró Karen.
La detención. El travesti fue detenido la mañana del sábado 18 de octubre. Su
nombre de fantasía figuraba como el del principal sospechoso del brutal asesinato Gabriel Dichiara,
ocurrido 21 de agosto. La víctima vivía en un departamento del barrio Fonavi 7 de Septiembre y
aquella madrugada fue apuñalado por un travesti que supuestamente era su pareja, y por otro
muchacho de 19 años.
Ese joven, Cristian Gastaldo, fue detenido prácticamente en el lugar cuando
intentaba esconderse debajo del auto de la víctima. Entre sus prendas la policía halló un papel con
un plano o croquis con indicaciones precisas para llegar a la casa de Dichiara.
Gastaldo declaró en un primer momento que había llegado al lugar invitado por
Karen con la intención de sorprender al bicicletero y asaltarlo. Después todo derivó en el crimen
cuando Dichiara recibió al menos 10 puntazos en el cuerpo. A partir de entonces, los investigadores
comenzaron a buscar a un travesti llamado Karen por toda la ciudad. No hubo novedades hasta aquel
sábado 18 de octubre.
Ese día, entre las 7 y las 8 de la mañana, Velazco se presentó en la seccional
7ª para radicar una denuncia por las lesiones que le había ocasionado otro travesti. Tras dar a
conocer su identidad real, los policías le preguntaron cuál era su apodo. La sola mención del
nombre Karen lo colocó en el rango de sospechoso.
Confusión. "Lo único que me dijeron fue que me pedían (la captura) de otra
comisaría". El muchacho estuvo allí hasta el mediodía. Después le pusieron las esposas y lo
llevaron a la subcomisaría 21ª. "Nunca me hablaron de homicidio. Sólo de una supuesta pelea
callejera que había tenido con un vecino del barrio 7 de Septiembre", recordó ayer Karen junto a
sus abogados, Marcos Cella y Germán Mahieu.
Al momento de hablar del crimen, Velazco fue tajante: "Yo no conocía a la
persona que mataron. Tampoco vi en mi vida al muchacho que me acusó. Jamás tuve relación o vínculo
mínimo con alguno de ellos".
Andrés Velazco reconoció que nació en el barrio 7 de Septiembre y que vivió
allí, en la casa paterna, hasta la muerte de un hermano, ocurrida hace cinco años. "No piso ese
lugar desde esa época. Me enteré de lo sucedido con el bicicletero al verlo por televisión".
Sobre este punto, Cella mencionó un detalle de la declaración que brindó
Gastaldo. "Describió a Karen como una persona alta y flaca, de un metro 80 o 90 de estatura. Esos
detalles ya no coinciden con los de nuestra clienta. Tardaron 70 días para darse cuenta de que
Velazco mide 1,60 metro y también se tomaron ese tiempo para que el coimputado dijera que esta
Karen no tenía nada que ver".
Andrés Velazco aseguró por último que pagó caro las consecuencias del lento
proceso judicial que lo puso en el umbral del sobreseimiento definitivo en la causa. "Viví un
infierno. Me humillaron de mil formas. Me pusieron en un calabozo pequeño con presos nuevos que
llegaban drogados. Sufrí todo tipo de abusos. Llegaba a estar una semana sin bañarme y me dejaban
ir al baño una vez por día. Me gustaría hacer algo para que otras personas no sean discriminadas
como lo fui yo durante estos 70 días".