"Ahora que te agarro solo dame todo lo que tenés encima", fue lo último que escuchó Juan Marcelo "Bola" Miguel, un muchacho de 24 de la comunidad gitana, de boca de uno de los dos motociclistas que lo emboscaron hace 15 meses, en el barrio Jardín. El joven bajó los brazos para recoger un celular que tenía en el bolsillo, pero no tuvo tiempo de entregarle el aparato. Uno de los ladrones pulsó el gatillo de un revólver calibre 22 que le entregó su cómplice y le disparó un balazo mortal en el pecho.
Ahora, los dos protagonistas del violento suceso fueron condenados en un proceso abreviado homologado por el juez de Sentencia Nº7 José Luis Mascali.
Brian Emanuel "Soretito" Cáceres, de 18 años, fue sentenciado a 13 años y seis meses de prisión por robo seguido de muerte agravado por el uso de arma de fuego y portación de arma de fuego de uso civil sin autorización legal. A su vez, Fabricio Ariel Gómez, alias "Monito", recibió una pena de siete años y seis meses por robo calificado por el uso de arma de fuego y portación de arma de fuego de uso civil sin autorización legal.
Sorprendido. El crimen ocurrió el 21 de febrero del 2012. Pasadas las 21 de ese día "Bola" salió de su casa ubicada en bulevar Oroño y República Arabe Unida para comprar un jabón neutro y una maquinita de afeitar descartable en un quiosco de la cortada Martinoli al 4200.
Cuando regresaba con su hermano Jesús María fue interceptado por los ocupantes de una moto Honda Wave, de color azul. El conductor del rodado, según la reconstrucción judicial, era Cáceres. Y lo acompañaba Gómez.
En ese momento "Soretito" le exigió que le diera todo lo que tenía al mismo tiempo que el "Monito" le pasaba un revólver calibre 22. Entonces Miguel intentó entregarle el celular, pero Cáceres no esperó. Enseguida abrió fuego.
Un balazo impactó a Bola en el pecho y le perforó el lado izquierdo del tórax. Sus familiares lo cargaron en un vehículo y lo llevaron al Hospital de Emergencias, pero murió a poco de llegar al centro asistencial.
En la resolución judicial, el juez Mascali valoró el testimonio de O. D. G, una familiar del joven fallecido. La mujer contó que "Bola" había tenido problemas con Cáceres y que éste pasaba siempre con el arma y la mostraba.
"A Marcelo le robaba siempre. Varios vecinos vieron cuando Cáceres lo apretaba para sacarle las zapatillas y plata cuando salía del trabajo", comentó.
El muchacho fallecido trabajaba en una compraventa ubicada en el bulevar Seguí. El mismo testimonio brindó Gustavo T., el padre de "Bola". "Cuando mi hijo salía de trabajar los sábados, Brian lo esperaba y le tenía que pagar 100 ó 150 pesos para que no lo mataran", afirmó. Los dichos de Gustavo T. fueron corroborados por el empleador de Marcelo Miguel y un vecino de aquél.
En su declaración indagatoria, Cáceres sostuvo que no estaba armado y que protagonizó una pelea con "Bola" el día del hecho. "El día anterior (al 21 de febrero del 2012) cuando pasaba por la calle Arabe Unida "Bola" me tiró un tiro.
Entonces aceleré y me fui, pero cuando me iba me gritó «te voy a matar». Al día siguiente, lo vi nuevamente. Me bajé de la moto y lo encaré. Hubo un forcejeo. Me tiré encima de él y lo agarré con la mano izquierda. En ese momento, se escuchó un disparo. El se tiró encima de mí, yo me levanté y él se cayó", explicó en el juzgado de Instrucción N12, a cargo de Mónica Lamperti.