El principal testigo del asesinato de Marcela Díaz, por el cual están imputados Alan Funes y a su novia Jorgelina "Chipi" Selerpe, imprevistamente negó ayer en una audiencia recordar las circunstancias en las que ocurrió el hecho. Atravesado por un inocultable temor, en un trámite que le demandó estar cara a cara con los sospechosos, repitió 40 veces la misma respuesta ante las preguntas del fiscal. "No, no recuerdo nada", dijo una y otra vez contradiciendo el contenido de una declaración que hizo una semana después del crimen, ocurrido el 14 de enero pasado. Por eso, ahora podrían imputarlo por falso testimonio.
"Chipi" Selerpe y Alan Funes fueron detenidos el 23 de enero pasado con una pistola 9 milímetros. Dos días más tarde fueron imputados por tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra, integrar una asociación ilícita destinada a cometer delitos contra la propiedad y la integridad de las personas, y homicidio agravado.
Ese última acusación tiene que ver con el crimen perpetrado el 14 de enero en Lejarza al 5600, cuando según las evidencias mataron a Marcela Díaz desde el interior de un Volkswagen Suran. El ataque se produjo en el marco de la guerra narco que se disputan los clanes Caminos y Canteros por un lado y los Funes por el otro.
En ese contexto, un mes antes ese rebrote violento se había cobrado la vida de Ulises Funes y la de su hermano Jonthan, a quien asesinaron cuando salía de visitar a sus hermanos presos en Piñero.
Díaz estaba mencionada como partícipe en la muerte de Ulises, y era hermana de Rubén Ariel "Tubi" Segovia, emparentado con los herederos del asesinado barra de Newell's, Roberto "Pimpi" Caminos. El 24 de abril pasado Segovia fue asesinado en la cárcel de Coronda, donde estaba detenido por instigar el crimen de Lorena Ojeda (ver material principal).
Cuando Alan y Jorgelina fueron imputados del homicidio de Díaz, los fiscales mencionaron como evidencia la pericia que se le practicó a la pistola hallada en el departamento donde se escondía la pareja, la cual determinó que se trataba del arma utilizada en el crimen de Díaz.
El testimonio
Pero además se mencionó en esa audiencia la declaración de Nahuel G., quien era novio de Díaz y aquel día la acompañó a la casa de calle Lejarza a buscar ropa. Al salir del lugar y mientras trataban de subir a una moto los balearon.
Nahuel, de 25 años, sufrió heridas en una pierna y en un brazo y quedó internado en el Heca bajo custodia. A la semana declaró en Fiscalía y dijo que Funes y Selerpe habían sido los tiradores.
Atento a ello, el fiscal Bianchini solicitó el anticipo jurisdiccional de prueba, un tramite que se desarrolló ayer ante los acusados y con la garantía del juez José Luis Suárez, en el cual se trató de asegurar el testimonio y sostener la hipótesis oficial del caso con vistas al juicio.
Temor absoluto
Apenas pisó el estrado, casi escondido en un camperón con capucha, Nahuel giró su mirada desconfiada hacia los acusados. El fiscal indicó el motivo de la audiencia y comenzó a interrogarlo. Entre el público y con los rostros tensos, sus padres seguían la audiencia.
Así, el joven se limitó a contestar invariablemente las 38 preguntas que le hizo el fiscal con autorización del juez ante la reticencia del testigo: "No me acuerdo de nada". Ello obligó a exhibirle la hoja con la declaración que hizo en enero, en la que reconoció su firma.
Entre otras cuestiones, Bianchini le preguntó si recordaba el hecho, si estaba de novio con Díaz, si el día de su muerte estaba con ella y le había dicho que estaba embarazada, si recordaba que en la declaración había dicho que identificó el VW Suran gris de donde bajaron Alan y Jorgelina y comenzaron a disparar.
Luego el defensor Federico Laurito trató de capitalizar esa falta de memoria con dos preguntas en favor de su cliente, pero Nahuel repitió la reiterada respuesta: "No me acuerdo de nada".
La burlona Jorgelina Selerpe.