Hernán Peralta fue acusado por el homicidio de Agustín de la Encina, apuñalado por varios reclusos. A diferencia de otros dos celadores acusados, lo liberaron
Agustín de la Encina Capelletti fue mortalmente apuñalado en el pabellón 6 de la cárcel de Piñero.
Un jefe de vigilancia de la cárcel de Piñero fue imputado como instigador del homicidio del preso Agustín de la Encina Capelletti, apuñalado hace casi un mes por varios reclusos en una celda de seguridad del pabellón 6. Se trata de Hernán Peralta, quien la semana pasada había sido incriminado por dos subordinados.
Peralta quedó en la mira a partir de las declaraciones de los celadores Julian Aguirre y Gustavo Raimondi, quienes afirmaron que habían cumplido órdenes de su superior para facilitar la labor de los asesinos en lo que para la Fiscalía se trató de un “plan criminal previamente orquestado, en el que se distribuyeron distintas tareas para su concreción”.
Si bien la fiscal María de los Angeles Granato requirió la prisión preventiva para Peralta, el juez de primera instancia Rodrigo Santana no concedió el pedido y liberó al penitenciario, que deberá cumplir por un plazo de hasta dos años alguna reglas de conducta: abonar una fianza previa cuyo monto no fue dado a conocer para recuperar la libertad, concurrir a firmar una vez por semana a sede judicial, no contactarse por ningún medio con colegas, excolegas o autoridades del Servicio Penitenciario (SP) santafesino. Tampoco podrá salir de Rosario ni de la provincia de Santa Fe, además de tener su cuenta bancaria inmovilizada.
Antes de ser detenido a fines de 2021 por vender drogas en el centro rosarino, De la Encina se dedicaba a distintas actividades desde trabajos técnicos en informática, administrativo en una escuela de manejo y ventas de servicios médicos de emergencia y seguros. Su captura fue consecuencia de una investigación de la Justicia Federal por la cual fue sorprendido en un departamento con 700 gramos de cocaína.
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Luego de un derrotero que incluyó la Alcaidía y la cárcel de Coronda, en septiembre del año pasado lo volvieron a alojar en el penal de Piñero, donde ya había estado un tiempo. Sin embargo, de estar procesado por una causa menor por venta de drogas sumó imputaciones por delitos más graves que lo pusieron en un entorno sin dudas más violento.
En octubre de 2023 el entonces fiscal de Homicidios Gastón Avila le imputó instigar el asesinato—finalmente fallido— de una mujer de 40 años al parecer por una deuda vinculada a las drogas.
Mientras lo investigaban por ese caso asomaron indicios de que el joven continuaba trabajando en el mundo narco desde la cárcel. Así, en julio del año pasado quedó implicado en otra investigación federal que llevó al secuestro de un cargamento de más de 30 kilos de drogas valuado en unos 250 mil dólares en una estación de servicios de la ciudad bonaerense de San Pedro. En el marco de esa investigación fue indagada Yanina Alvarado, hermana de Esteban, el jefe narco rosarino condenado a prisión perpetua.
La tarde del 13 de enero pasado De la Encina estaba en el pabellón 6 de la cárcel de Piñero cuando fue brutalmente golpeado y apuñalado por varios presos. Para la investigación encabezada por la fiscal Granato, el asesinato fue parte de un plan criminal previo cuyo desenlace describió al juez Santana en una audiencia realizada el pasado viernes.
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Según describió la fisca, sobre las 17.20 de ese día dos presos aún no identificados que estaban alojados en el mismo pabellón “agredieron con golpes de puño y elementos cortantes” a la víctima. Por ello De la Encina tuvo que ser ingresado a la celda de seguridad del mismo pabellón. Entonces el celador Julián Aguirre dio inmediato aviso al jefe de Vigilancia, Peralta, quien se hizo presente de inmediato.
Granato remarcó que Peralta, “aprovechándose de su superioridad jerárquica”, indujo al celador suboficial subayudante Gustavo Raimondi a abrir las puertas de seguridad de la celda. Entonces Raimondi abrió la puerta de acceso al patio externo del pabellón, donde estaba parte de la población carcelaria, y permitió el ingreso de unos cuatro reclusos que que empezaron a agredir a la víctima.
Segundos más tarde, según la reconstrucción de la fiscalía, Raimondi abrió la puerta del patio interno del pabellón, que quedó entreabierta. Entonces apareció Aguirre para terminar de abrirla y permitir de ese modo que ingresara “un gran número de internos" a la celda donde estaba la víctima.
Los internos que ingresaron continuaron aplicando puñaladas y trompadas a la víctima. Y una vez concluida la agresión los reclusos se retiraron por ambas puertas de la celda de seguridad donde quedó De la Encina mortalmente herido. Una hora y media después, sobre las 19, el joven de 26 años murió en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca).
El pasado 30 de enero Granato imputó a los celadores Aguirre y Raimondi como partícipes primarios del homicidio y del delito de “abuso funcional” por tratarse de personal penitenciario. En su descargos los acusados aseguraron haber cumplido órdenes de Peralta y por eso éste fue también imputado.
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En ese marco la fiscal le atribuyó a Peralta haber provocado la muerte de De la Encina en su carácter de jefe de Vigilancia del pabellón B de la cárcel de Piñero. Y lo imputó como instigador de un “homicidio doblemente calificado por el concurso premeditado de dos o más personas y por abuso funcional al tratarse de miembros del Servicio Penitenciario de la provincia de Santa Fe”.
Sin embargo, a diferencia de los celadores que quedaron en prisión preventiva por el plazo de ley de hasta dos años, el jefe penitenciario podrá transitar el proceso en libertad.
Por Juan Iturrez