Miles de chilenos con barbijos y máscaras formaron largas filas para iniciar el proceso de retiro del 10 por ciento de sus fondos de pensiones, aunque no todos respetaron la distancia física recomendada en un país donde continúa la transmisión comunitaria del coronavirus.
Millones de personas usarán parte de sus ahorros para la vejez (en el sistema chileno de jubilación, cada trabajador tiene su propia cuenta individual de ahorro) para disminuir los estragos económicos causados por los efectos negativos de la pandemia en Chile, que casi triplicó el número de desempleados, alcanzado los dos millones.
En Chile, como en el resto del mundo, las cuarentenas para frenar la expansión del Covid-19 desataron una crisis social y aunque el gobierno del presidente Sebastián Piñera entregó subsidios a millones de personas vulnerables, la empobrecida clase media a la que pertenecen dos tercios de los chilenos sigue esperando y deberá ayudarse a sí misma con sus ahorros para la vejez.
Se estima que unos 10 millones de personas usarán unos 20.000 millones de dólares de los 200.000 acumulados en las privadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) para pagar deudas acumuladas en cinco meses de pandemia. Los cotizantes podrán sacar un máximo de 5.600 dólares y un mínimo de 1.300, y si tienen un monto inferior, pueden retirar todo lo que tengan.
Muchos de los que se congregaron ante las AFP eran migrantes que desconocían el monto de sus ahorros y cómo sacar el 10 por ciento, adultos que no se manejan en internet y muchos que se quejaron de caídas intermitentes de las páginas de algunas administradoras. Los primeros pagos se harán diez días hábiles después de solicitados.
La Superintendencia de Pensiones indicó que tres millones de personas presentaron solicitudes para pedir su 10% de ahorros previsionales.
Otros favorecidos por los dineros ahorrados por cotizantes son las niñas y niños cuyo padre o madre no les han pagado sus pensiones alimenticias. Los tribunales de familia recibieron los últimos días más de 160.000 peticiones para retener los fondos de los deudores, a los que se les descontará la deuda.
La ley que permitió usar los ahorros de pensiones fue impulsada por la oposición de centroizquierda y rechazada por la coalición oficialista.
Chile vivió lo peor de la pandemia a mediados de junio, con 6.900 nuevos contagios en una jornada, y aunque la disminución es constante, a diario se suman unos 2.000 casos en un país que acumula 353.000 infectados (326.000 recuperados) y más de 13.000 muertos.