El contexto sanitarista de la pandemia del coronavirus Covid-19 parece ser una buena excusa para la vulneración de los derechos de las mujeres también a la hora de parir. Organizaciones locales y nacionales vienen denunciando a entidades públicas y privadas de la ciudad y de la provincia que desde el inicio de la cuarentena violan sistemáticamente no sólo la ley nacional de parto respetado que rige desde 2004, sino incluso las propias recomendaciones que el Ministerio de Salud de la Nación hizo en el marco de la pandemia. Mujeres que son obligadas a parir sin acompañamiento, partos vaginales negados, niños que innecesariamente nacen a través de cesáreas programadas, y limitaciones del contacto piel a piel e incluso de la lactancia son algunas de las denuncias que reciben las organizaciones. Esta semana, hasta el 24 de mayo, el pedido del cumplimiento de las normativas se transforma en un grito: “Nuestros derechos siguen vigentes”.
"Lograr que se respeten las normas vigentes ya venía siendo una batalla difícil, sobre todo en el sector privado donde se rigen con protocolos propios que se dan de cara contra las normativas como si pudieran funcionar al margen de las leyes, pero la pandemia parece ser la excusa perfecta para vulnerar los derechos de las mujeres y de los niños por nacer”, señaló sin medias tintas María Petraccaro, miembro del colectivo de Mujeres en Tribu, un grupo local que además integra una red nacional.
Liza Nasio, integrante del Observatorio de Violencia Obstétrica de Rosario (OVO), un espacio que funciona desde hace un año, también apuntó a los “retrocesos” que la pandemia viene generando en estos meses en materia de derechos, y sobre todo “en la situación de vulnerabilidad y desprotección” en la que se encuentran muchas mujeres a la hora de atravesar los procesos de embarazo, parto, posparto y puerperio.
La normativa del parto respetado es clara desde 2004 cuando se aprobó la ley nacional, e incluso Santa Fe adhirió a la ley y existe una reglamentación vigente. Así y todo, en el contexto de la pandemia del coronavirus Covid-19 el Ministerio de Salud de la Nación no dejó librado al criterio de las entidades las medidas a tomar y los derechos que deben continuar siendo respetados a la hora de parir y nacer, sin embargo, eso no se cumple.
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El derecho al acompañamiento antes, durante y después del parto, la recomendación del parto vaginal y evitar las cesáreas injustificadas, la internación conjunta de la madre con su recién nacido, el contacto piel a piel, la ligadura tardía del cordón umbilical y la alimentación con leche materna son las medidas que incluso en el marco del aislamiento obligatorio y la circulación de Covid -19 deben seguir garantizando las entidades médicas públicas y privadas.
Tanto es así que son derechos vigentes que la línea nacional 144 (recibe denuncias de todo el país por violencia de género) también está tomando, además de recibir consultas y brindar asesoramiento a las mujeres que son víctimas de violencia obstétrica.
A nivel local, el OVO también viene recopilando las situaciones de conflicto que atraviesan las mujeres, y lo hace tanto a través de su correo electrónico observatoriorosario@gmail.com como en las redes sociales (@ovoregionalrosario). Días atrás, el Concejo Municipal aprobó un proyecto de la concejala María Fernanda Gigliani que pide “adoptar las recomendaciones del Ministerio de Salud de la Nación y la OMS para la atención en ginecología y obstetricia durante pandemia”.
Negar derechos
Si bien las situaciones que los colectivos de mujeres vienen recibiendo son de lo más disímiles, se dan tanto en efectores de salud públicos como privados, y la vulneración de derechos llega a la situación de extrema de exigirle a una mujer que atraviese en soledad, y sin una persona de su confianza, todo el proceso de preparto, parto y posparto.
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“Depende de las instituciones, pero en las más extremas, no sólo no se les permite acompañamiento en ninguna instancia y se obliga a la mujer a atravesar sola todo el proceso”, señaló Nasio, y agregó: “En otras, en cambio, sí se permite la presencia de alguien de confianza, pero eso queda planteado exclusivamente cuando el parto es vaginal”.
Desde Mujeres en Tribu también señalaron que no es privativo de ningún efector, sin embargo, sí señalaron que “se da sobre todo en el sector privado de Rosario” y remarcaron haber recibido denuncias de mujeres de la capital provincial que padecieron estas situaciones en hospitales públicos.
“Con la excusa de la pandemia se programan cesáreas cuando incluso no están recomendadas ni ante casos de coronavirus; o se producen separaciones innecesarias de las madres con los recién nacidos, se les dice que el contacto con el bebé tiene que ser cortito y nadie puede explicar médicamente el por qué”, agregó.
Lo cierto es que se trata de “decisiones arbitrarias, recesivas y que van en contra un derecho garantizado en la ley y las medidas recomendadas por el organismo de control nacional que es el Ministerio de Salud sin argumento posible”, insistieron desde el Observatorio.
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