La noche rosarina sigue mostrando un abanico de comportamientos, a diez días de la puesta en marcha de las restricciones decretadas por el gobierno provincial para intentar frenar la curva de casos de coronavirus. Mientras los gastronómicos ofrecen propuestas para motivar la afluencia de clientes en bares y restaurantes (incluso, con consultas por parte de los comensales para saber qué opciones hay para ir más temprano), desde el rubro taxista tienen un amplio movimiento hasta la medianoche en las zonas gastronómicas de avenida Pellegrini y Pichincha; aunque, según mencionaron, el fin de semana pasado tuvieron un "pico de laburo" entre las 3 y las 4 de la madrugada, con viajes entre domicilios particulares.
Las actitudes individuales son, por estos momentos, el foco de los especialistas de cara a un eventual endurecimiento en las restricciones. Mientras los comerciantes buscan otras maneras de seguir atrayendo al público, sabiendo que medidas más severas los perjudican, asesores del gobierno provincial salieron a reclamar mayor conciencia a la población ante el aumento de contagios.
Los gastronómicos proponen, desde la semana pasada, la posibilidad del "druncheo": un neologismo basado en una propuesta que ya se utiliza en otras partes del mundo y que se trata de una especie de after office que agrupa la merienda y la cena. "Es una linda opción para quien quiera aprovecharlo. Se gasta menos y los beneficios de comer más temprano son múltiples", indicó a La Capital el referente del Paseo Pellegrini, Alejandro Pastore.
A pocos días de su lanzamiento, comentó que "la gente lo tomó bien" y que "la idea es darle continuidad y ver qué pasa con las restricciones". Además, contó que los clientes, de a poco, empiezan a consultar sobre opciones para ir a comer más temprano y aprovechar las salidas nocturnas dentro de los horarios estipulados por las restricciones, readaptando sus costumbres.
La idea está pensada en la franja horaria de 18 a 21, teniendo en cuenta que desde las 23 rigen las restricciones decretadas para frenar la ola de contagios en esta segunda ola de la pandemia. Quien decida optar por drunchear en la ciudad, se encontrará en los diferentes paseos con una propuesta liviana, ágil e ideal para picar algo y después ir directo a casa.
"Se dice druncheo porque es una mezcla entre dinner y lunch. La idea es encontrarle una vuelta de rosca a las restricciones y, de paso, transmitir esta experiencia para que la gente salga un poco más temprano", explicó Pastore. En el menú, los bares y restaurantes ofrecen mesas con porciones individuales, con ingredientes dulces o salados, con la idea de picar algo.
Fuera de horario
El movimiento nocturno es el que puede retratar mejor la amplitud que existe en estos días en Rosario. Desde el rubro taxista afirman que si bien el trabajo se extiende hasta las 2 los fines de semana, hubo un alza particular en el trabajo el sábado pasado, en plena madrugada, entre domicilios particulares.
"El sábado a la noche hubo un pico de laburo entre las 3 y las 4 de la mañana, entre domicilios particulares", indicó a La Capital el titular de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti), Mario Cesca, quien también detalló: "Los días de semana, a las 20 empezamos a tener menos actividad y a las 22 se corta todo movimiento, con los relevos en los hospitales del personal de salud. Los fines de semana se estira hasta las 2, más en Pellegrini y Pichincha, porque se corta todo a las 12 (de la noche), pero la gente tiene que empezar a volver y va un poco más allá de esa hora; trabajamos, sobre todo, con personal gastronómico".
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En tanto, consideró que "si se agravan las medidas, esto se va a poner más duro. El trabajo se reduce paulatinamente", pero aseguró que "los viajes caen a medida que la gente ve que hay casos más graves (de coronavirus)".
"Acá viene progresando la disminución del trabajo y nos empieza a preocupar, porque se nos cae la recaudación. Durante el día, la jornada se sigue manteniendo, más o menos; y el fin de semana se movió bastante. Pero para las 2, se corta abruptamente", describió, al margen de la situación que comentó sobre el sábado.
Fue la ministra de Salud provincial, Sonia Martorano, quien dijo que este fin de semana notó que "la población no está enterada, o no ha escuchado o le cuesta entender que la situación es acuciante". La amplitud de movimiento, en casos puntuales, sigue vigente.