Yanina Martínez tuvo su noche de ensueño en el Monumental. La velocista rosarina de 28 años, campeona paralímpica y flamante medallista este año de los Juegos Paralímpicos de Tokio, pudo ver jugar en vivo a Lionel Messi. Invitada por la mismísima selección nacional y tras confesar que ver a la Pulga en cancha y conocerlo era su gran sueño, disfrutó de una noche "redondita" en el Monumental de Núñez este jueves, en el triunfo de Argentina por 1 a 0 sobre Perú por Eliminatorias Sudamericanas. Yani fue al estadio con sus dos medallas paralímpicas encima: la dorada de Río de Janeiro 2016 y la reciente de bronce en Tokio y que justamente le dedicó públicamente a Leo hace unos días. Un rato después a la finalización del partido, y aunque la Pulga ya estaba yéndose rumbo al aeropuerto para volver rápidamente a París, Yani estuvo en la zona del vestuario local y ahí compartió su orgullo con otros jugadores de la selección, entre ellos Dibu Martínez, quien le agarró la medalla y posó él mismo con la presea, no sin antes decirle que eso que tenía en sus manos era "un orgullo" por el cual la felicitaba mucho. Gio Lo Celso le regaló la sonrisa y el abrazo de complicidad cuando escuchó que allí había "una campeona de visita", de Rosario como él.
A los sueños hay que ponerle palabras, y Yani supo hacerlo. La atleta con parálisis cerebral, quien ya es una de las más destacadas de la historia del paralimpismo argentino, confesó en una nota con este diario su deseo de ver jugar a Leo y recibió por ello la invitación de la selección. Así, su jueves fue inolvidable. Partió temprano desde Rosario en compañía de su hermanos Javier y Tamara (foto) y pasó por el predio que Argentina tiene en Ezeiza, donde admiró todo lo que sucede en el entorno del seleccionado. Recibió su regalo, las entradas especiales para el partido y emprendió rumbo a las cercanías del Monumental. Pasó por el Jardín Japonés, donde se sacó fotos con su presea ganada en Tokio y también allí recibió el afecto y la admiración de las autoridades del lugar. Así que, disfrutó de Japón más simbólicamente, ya que cuando se desarrollaron los Juegos (septiembre) los atletas vivieron en burbujas y bajos estrictos cuidados por la pandemia, por lo que no pudieron conocer casi nada de la tierra del Sol Naciente.
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Y ya sí, un par de horas antes del partido entre Argentina y Perú emprendió viaje hacia la cancha, creciendo en su alegría en la medida que veía cómo las calles se abarrotaban de hinchas que iban en la misma dirección. Desde la platea Belgrano Baja, la campeona de Río no se perdió detalles de nada. Muchos menos de Leo, con quien vibró cada vez que tocó la pelota. Gritó el gol de Lautaro Martínez con el corazón y lo festejó como festeja en la pista los triunfos de su propia carrera: brazos adelante, dedos en punta y aplausos. Es más, hizo notas para la televisión y se animó a algunos movimientos ante la presencia de L-Gante. Pero el partido captó toda su atención, el escenario y poder cumplir su sueño la deslumbró.
En la zona de vestuario llegó lo mejor. Pese a que no lo pudo ver a Leo, quien se fue rápidamente para viajar en vuelo privado a París, donde reside desde que juega en PSG, Yani se fotografió con varios futbolistas: Lucas Alario, Exequiel Palacios, Emiliano Dibu Martínez, Gio Lo Celso y el goleador de la noche, Lautaro Martínez. Dibu la felicitó y le habló del orgullo que significa tener esa medalla, la miró al detalle y la agarró él mismo para la foto. Gio, en tanto, cuando escuchó que se la presentaban como "la campeona que nos vino a visitar de Rosario" la abrazó y le sonrió con esa complicidad que da venir del mismo lugar. Para Yani fue un día de "aventura" que no olvidará. Como otros la admiran a ella por sus logros deportivos y su calidad humana, ella admira a los demás deportistas que saben perfectamente lo que es vestir la celeste y blanca o llevar la bandera Argentina a lo más alto. Y lo logró, entre tanto por su talento pero en también por su carisma. En eso "la atleta de la sonrisa", como se la llama muchas veces en el ambiente, también es campeona.
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Cómo se gestó esta historia
El sueño de Yani Martínez se dio a conocer hace algunas semanas, a partir de una entrevista con La Capital, en el marco de su vuelta otra vez triunfante, de unos Juegos Paralímpicos, los de Tokio 2020. En el Estadio Jorge Newbery, su escenario de entrenamiento de todos los días, la atleta de 28 años contó que le dedicaba su flamante medalla de bronce en los 200 metros de T36 (parálisis cerebral) a Leo Messi.
"Quiero mandar a todos saludos, estoy contenta y quiero ver a Messi", tiró Yani al final de la nota que se realizó en conjunto con Brian Impellizzeri (medalla plateada en salto en largo T37) y el entrenador de ambos, Martín Arroyo. "Messi, quiero conocerte, quiero verte como jugás el partido, quiero conocer a tus hijos y a tu mujer. Te quiero mucho, estoy el día con vos", le dijo Yani a la cámara que grababa la entrevista, mientras sonreía tímidamente.
Algunos días después de la publicación de esa nota, se dio a conocer el video con la dedicatoria especial de Yani para Leo, en la que confiesa su sueño de conocerlo. Al parecer, según contó la familia, se trata de un sueño por el que ella insiste puertas adentro desde hace largo rato. Ante la imposibilidad que tanto mamá Claudia como su hermana Tamara (con quienes vive y a quienes se lo pedía con asiduidad) pudieran llegar a Leo, les pidió permiso la noche anterior a la nota con este diario para contarlo. Yani, que hasta no hace mucho prácticamente no hablaba, muchos menos en entrevistas (eso sí, siempre regaló su sonrisa, esa que la caracteriza hasta cuando corre), logró evolucionar muchísimo en su comunicación y poder ponerle ella misma palabras a lo que siente.
El video llegó al seno de la concentración de la selección argentina, en el marco de los tres partidos a disputar por Eliminatorias sudamericanas y con ello, este mensaje: estaba especialmente invitada para presenciar el encuentro de Argentina-Perú en el Monumental. Así, la campeona paralímpica en Río de Janeiro 2016 que ganó una medalla dorada para el país tras 20 años en una cita de este tipo (100 metros, T36) disfrutó de la Pulga, campeón olímpico en Beijing 2008. De rosarina a rosarino. De una campeona a otro campeón. Y al revés también. Dos orgullos de la ciudad.
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Con talento, pero también con mucho sacrificio y trabajo personal y familiar, Yani se convirtió en una de las paraatletas más destacadas del país, quizás de las mejores de la historia. Tokio 2020 significaron sus terceros Juegos Paralímpicos y la obtención de su segunda medalla en este tipo de competencia, sin contar la cantidad de preseas que sumó en Juegos Parapanamericanos y Mundiales en lo que va de su carrera. En Japón fue incluso, abanderada de la delegación argentina en la ceremonia inaugural.
Yani Martínez quiere conocer a Messi