(Montevideo, enviado especial).- Inconfundibles por el atuendo rojinegro y termo con el escudo del club y la imagen del Coloso, Germán Martínez y su hijo Lucas observaban los movimientos de los jugadores en el Club Naval. Gentilmente se les permitió el acceso a la práctica a los dos. Más que merecido el permiso para estos dos uruguayos que, por esos motivos que exceden la razón, se hicieron hinchas de Newell’s.
“Somos de acá, de Montevideo. Me hice de Newell’s, a los 12 o 13 años, mirándolo por la tele”, cuenta Germán. “Era un momento económico que me impedía ir a Rosario. Así que mis padres, uno de Nacional y otro de Peñarol, nunca me llevaron a la cancha”, agrega.
“Cuando empecé a trabajar, a los 20 años, junté la plata. Fui solo, con una mochila, sin conocer a nadie, sin conocer Rosario. Me hice socio, fui a la cancha y empecé a hacer amistades. Una pasión que arrancó así y que sigue”, comenta.
Germán resalta que, a pesar que sus progenitores son partidarios de los clubes más populares de Uruguay, no pudieron influir en su fanatismo. “No hay amor por el fútbol de acá, solo por la selección”, dice.
Tiene ya una rutina que cada año se propone cumplir. “Siempre intentó ir al primer partido de local, al clásico y mechar algunos partidos más. Trato de ir a entre 6 o 7 partidos por temporada. Económicamente es un gasto, pero bueno, tratamos de hacerlo. Fuimos a Brasil contra Corinthians (Sudamericana 2023), a Chile contra la U. Tratamos de viajar y de disfrutarlo, siempre en familia”, dice Germán, casado con una uruguaya que lo sigue y acompaña en esta pasión.
A Lucas lo hizo “socio antes de nacer”, y también lo sigue en este fanatismo que lo llevó a cambiar la rutina a partir de la presencia del plantel en Montevideo. “Esto te mueve toda la dinámica de la semana, aunque no es la primera vez que viene. Nosotros lo exprimimos al máximo. Fuimos al partido con River, vinimos hoy (por la práctica del jueves), mañana (por el viernes) vamos a ver si podemos estar contra Vélez y el domingo estaremos contra Peñarol”, cuenta.
Germán reitera que “siempre está intentando ver el equipo en el Coloso a pesar del momento” que le toque atravesar. “Hoy Newell’s es una incertidumbre, pero la esperanza está. El director técnico es uruguayo. A mí me preguntan de él, pero sinceramente no consumo fútbol de acá, así que no tengo ni idea. Sé que es un entrenador de buen fútbol, se caracteriza por eso”, comenta.
Y deja una última frase que sintetiza su vida y esta identificación con Newell’s. “En Uruguay me ven como un enfermo, un loco. Y en Rosario no lo pueden creer”, cierra.