Estaba fallando ante el arco. No había estado fino contra Quilmes ni frente a Tigre, si bien acertó en el penal que le dio la victoria a la Lepra en cancha del cervecero. Las ocasiones las tuvo, las buscó. Eso era lo positivo de Ignacio Scocco, aparte de dar una señal de que si seguía así, sólo le faltaba ajustar el remate para empezar a gritar. Y lo hizo ayer en Junín. El disparo seco, junto al palo derecho, fue imparable para Chiarini. Fue el festejo que esperaba y necesitaba, más allá de que no alcanzó para ganar, pero sí al menos para conseguir un punto.
Movedizo por todo el frente de ataque, corrió mucho pero tuvo poco contacto con la pelota, como él mismo reconoció luego del encuentro, consecuencia del escaso fútbol que tuvo Newell's. Rubricó que físicamente es otro, parecido al de tiempos no tan lejanos.
De todos modos, y si bien es loable el desgaste, seguro tampoco se siente a gusto corriendo de aquí para allá con pelotas que pasan por encima de su cabeza. El fuerte del atacante es tenerla al pie y desde allí acelerar para el desequilibrio. O como en el gol, desairar al defensor que intentaba tapar el tiro, enganchar hacia el medio y ponerla abajo.
Scocco supo acomodarse sobre la derecha de la defensa rival, aprovechando que nadie lo marcó y que Moiraghi se avivó y lo asistió rápido en el tiro libre. Fue el resquicio que necesitaba para dominarla con tranquilidad, enganchar ante el cierre y sacar el latigazo seco.
Para un conjunto que elabora poco en ofensiva es importante no errar frente al arco. De allí que sea saludable para Ñuls que Nacho se reencuentre con el goleador que supo ser. Por lo pronto, lleva 2 tantos en 3 partidos, uno de ellos de penal.
Hasta el comienzo de esta fecha era el futbolista argentino que más veces pateó al arco, con 9 remates. Eso demuestra que tiene intacto el hambre de gol, lo busca, se fabrica los espacios, se ubica en el lugar indicado y prueba. Todas virtudes a las que les faltaba puntería. En Junín, en una de las escasas, le sacó el máximo provecho. Para el rojinegro, el goleador es bienvenido.