Lautaro Morales mantuvo el arco de Newell’s en cero contra Vélez. Fue fundamental para sostener el triunfo por 1 a 0. Tapó cuatro pelotas que tenían destino de gol, volando en varias de esas jugadas para alivio del hincha rojinegro y desazón del velezano. “Partidos así siempre sirven para agarrar confianza”, dijo el arquero, que a los 22 años llegó al club del Parque para ocupar el puesto del lesionado Ramiro Macagno. Hasta el último fin de semana no había tenido actuaciones tan destacadas en los cinco partidos anteriores, por tal motivo resaltó en el estadio José Amalfitani.
Es así y por eso quería salir de Lanús, para sumar minutos y jugar. Por suerte apareció Newell’s y me dio esa oportunidad.
¿Hubo alguna pelota que fue más difícil que otras contra Vélez?
La última, la de Orellano. Fue una pelota muy veloz y tuve que sacar la mano rápido.
¿Qué es lo que más te gusta del arco?
Volar me gusta mucho. En ese tiro de Orellano la pelota fue a media altura y no pude tanto volar. Fue como que me dejé caer para sacarla.
¿Qué fue lo más importante del triunfo en Liniers?
El esfuerzo de todo el equipo, de los que jugaron y de los que no entraron. Nos apoyamos entre todos y estamos muy unidos. Esas son cosas importantes para después hacer todo bien adentro de la cancha.
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No debe ser fácil atravesar este momento en el que se quedaron sin técnico, y más en tu caso que se fue justamente el que te pidió.
Es así. Tampoco podíamos pensar que Javier (Sanguinetti) se iba a ir. No sabíamos nada, llegamos al entrenamiento y pidió tener una charla con nosotros. Ese fue el momento en el que se despidió. Es duro, pero hay que seguir.
¿El triunfo sirve mucho entonces para el grupo?
Sí, y sirve mucho también para estar tranquilos para jugar el miércoles contra Talleres. Siempre una victoria te da más confianza para el partido siguiente.
Tenés apenas 22 años y te toca estar en un arco difícil de un club popular, ¿no te pesa de algún modo la responsabilidad?
No me pesa para nada. Cuando me dijeron de venir a Newell’s no lo dudé y dije que sí enseguida, porque es un club grande y que me gusta. Soy de mirar mucho fútbol y veía a Newell’s y su hinchada. Si pierde, la gente sigue alentando igual. Por todo eso me decidí a venir.
¿No tenés inconvenientes en dar gritos para ordenar a la defensa teniendo compañeros con mayor trayectoria?, ¿te sentís con la autoridad para hacerlo?
Siempre cuando juego doy indicaciones. Soy así. También para que se sientan cómodos y sepan que estoy ahí para respaldarlos. Y si tengo que dar un reto o insultar, lo hago sin problemas.
Tu llegada al club se dio cuando los resultados no fueron los mejores, a diferencia de las primeras fechas del torneo, ¿qué fue lo que les pasó en este tiempo?
Lo que hablamos con los chicos es que no veníamos jugando mal sino que no se nos daban los resultados, o a lo mejor no hacíamos goles. O hacíamos pocos goles y no alcanzaba. Para mí en ningún partido jugamos mal.
Tu irrupción en Lanús fue destacada y después perdiste lugar, ¿la exigencia de un joven es mayor tratándose de un arquero?
Es exactamente así como decís. Por eso es muy importante el día a día. Tenés que entrenar y estar preparado para encontrarte bien el día del partido.
Encima, un error los deja más expuesto que en otra posición de la cancha.
Un arquero siempre tiene que estar atento. Igual se puede equivocar. Y cuando eso pasa le caen siempre al arquero.
En esos momentos, está el plantel para respaldarte, ¿y afuera de la cancha?
La familia, que es la que acompaña cuando estás mal. Si no ganás también llegás a tu casa con cara fea y allí están ellos y eso es lindo. Tengo a mi nene de 2 años que cuando llego está con una sonrisa. Mi señora también me acompaña. Te alientan y dicen que estés tranquilo, que las cosas van a estar bien. Ellos son los que te dan mucha fuerza.
¿Qué fue lo que más te sorprendió de todo lo relacionado a Newell’s?
Las veces que lo había enfrentado fue sin público durante la pandemia. El día de mi debut, contra Colón, fue hermoso. Salí a la cancha, empecé a entrar en calor y me recibieron muy bien. La gente apoya siempre durante todo el partido y eso es lindo y se siente mucho.
Tu préstamo vence a mitad de 2023, pero Lanús tiene la posibilidad de una repesca en diciembre, ¿estás mirando el futuro?
No, estoy tranquilo. No pienso en el fin de año. Veré en ese momento si me toca quedarme o no. Por ahora disfruto de Newell’s y estoy muy contento de estar acá. Lo voy a disfrutar al máximo hasta que me toque jugar en el club.
Para la Copa, "ser inteligentes"
¿Cómo esperan el partido con Talleres por la Copa Argentina?
Tranquilos. Tenemos que hacer lo mismo que en el partido con Vélez. También será un encuentro jodido. Talleres tiene muchos jugadores buenos, rápidos arriba. Hay que trabajarlo, como hicimos en Liniers, para poder pasar de ronda.
¿Trabajarlo es jugar con inteligencia?
Sí, ser inteligentes y no dormirnos, estar atentos a cada pelota, córner, tiro libre.
Talleres se quedó sin técnico por la renuncia de Caixinha, igual que le pasó a Newell’s. ¿Eso los equipara?
Como te decía, conocemos a los jugadores de Talleres. Y ellos tratarán de ganar, como nosotros. Lo importante es que dependerá de lo que hagamos nosotros.