El año empezó mal y se encamina a terminar de la misma forma. Newell’s tenía la posibilidad de encadenar la tercera victoria seguida, algo que no había conseguido en toda la temporada, frente al peor equipo del torneo. Pero defeccionó. El 3 a 1 en contra fue un sacudón tremendo, para el equipo en sí y para su entrenador, Adrián Taffarel, que aspira a continuar al frente de la lepra a partir de 2022. Pero después de lo sucedido ayer la chance de que continúe se redujo una enormidad. Así de estrecho es el margen con el que cuenta para demostrar que puede estar en el cargo. Es indudable que perdió gran terreno en la carrera por el puesto de DT tras lo sucedido en la tarde de ayer en Sarandí.
El rostro de Taffarel lo decía todo en la conferencia de prensa que dio luego del partido. No le dio mayor importancia a que la caída frente a Arsenal condiciona su futuro. Se enfocó en el rendimiento del equipo y en la imposibilidad de obtener un buen resultado, apuntando a las equivocaciones cometidas en la defensa.
Fue contundente y explicó que su interés pasa exclusivamente por la evolución del equipo y no por lo que suceda con él. De todos modos, es consciente que el traspié de Newell’s en Sarandí, lo dejó lejos de ser el entrenador a partir del próximo año.
Las victorias frente a Independiente y Unión habían sido un estímulo para un conjunto golpeado por un mal desempeño a lo largo de la temporada y le habían dado aire a Taffarel para pensar en que podía dejar de ser el entrenador interino y quedarse con el puesto una vez que finalice el torneo.
Ayer tenía entre sus manos la ocasión de lograr el tercer triunfo seguido, una deuda de la lepra en 2021. Y el rival se presentaba propicio para que sea realidad. Pero en 90’ todo se fue por la borda. No alcanzó con el espíritu agresivo que les bajó de mensaje Taffarel a los jugadores. No logró imponer el fútbol vertical que pregonó desde que tomó las riendas de la primera. Y no consiguió ocultar las debilidades que Newell’s acostumbra en el torneo y que le costaron goles en su arco y la pérdida de puntos.
El fútbol tiene esa crueldad. Todo se mide por resultados. Y la situación de Taffarel es todavía más extrema. Necesita demostrar en un puñado de partidos que cuenta con la capacidad necesaria para conducir los destinos de Newell’s. Es una prueba muy exigente. Y no admite ninguna clase de equivocación. Menos aún cuando la chance que se presenta es accesible.
Porque no es posible obviar que Arsenal es de los peores equipos del torneo. Y ayer lo volvió a dejar en evidencia. Tan mal anda que el DT Israel Damonte, molesto, se fue sin hablar con la prensa pese a la victoria. Y es justamente por todo eso, por el rival que tenía enfrente y por las urgencias, que con esta derrota se achicó considerablemente la ilusión de Taffarel de continuar sentado en el banco de primera.
La comisión directiva de Newell’s también se encuentra frente a tamaño desafío sobre qué hacer en breve.
Las charlas con entrenadores y la danza de nombres, Javier Sanguinetti, Pablo Lavallén y algunos otros, empiezan a requerir una definición. O al menos acercarse a ella. La caída en Sarandí aceleró los plazos.
Suena tan injusto, como la definición del futuro de Taffarel. Pero todos eran conscientes que el último tramo del torneo había que acompañarlo con resultados positivos para una transición tranquila. Y no pasó. Encima, se tenía en cuenta a Taffarel si el equipo respondía, justamente lo contrario de lo que ocurrió en Sarandí.
Newell’s vuelve a jugar de inmediato, el miércoles contra Central Córdoba de Santiago del Estero. Taffarel no descartó cambios, considerando la proximidad del partido. No hay mucho tiempo para corregir lo que se hizo mal, pero sí para levantar el ánimo de los futbolistas.
También él necesita reincorporarse, aunque se lo conoce una persona que no se rinde fácilmente. En ese sentido, seguirá dando pelea, aunque a esta altura parece que será solo hasta la última fecha del certamen.
Newell’s no pudo mantener la mejoría provisoria.
Quedó penúltimo en la tabla acumulada anual
Los siete puntos logrados por Newell’s en los cuatro partidos que dirigió Adrián Taffarel le dieron un respiro a los rojinegros para maquillar, aunque sea un poco, la campaña que venían haciendo en lo que va de 2021. Arsenal era el rival propicio para seguir en la senda del éxito y subir algunos escalones en la tabla anual. Pero la lepra tropezó en Sarandí ante el peor de los 26 equipos de la Liga Profesional según la tabla acumulada del año.
Con los resultados de esta fecha, Newell’s se ubica en el penúltimo puesto de la tabla anual con 34 unidades. Solamente supera a Arsenal que con la victoria de ayer llegó a las 31 unidades. Y por encima quedaron Central Córdoba y Platense (37), y Patronato, Sarmiento y Aldosivi (35).
Vale recordar que esta campaña sirve para el promedio futuro y permanecerá como una espada de Damocles durante tres temporadas.