En el inconsciente colectivo rojinegro, el Newell’s campeón de 2004 ocupa un sitial con características muy propias. Ese equipo no brilló pero alcanzó la consagración por determinación y carácter, con el ADN que le imprimió el Tolo Gallego. Ese conjunto expuso algunos valores que marcaron la diferencia y que le otorgaron merecimientos a un título que fue muy festejado en el parque Independencia. A 19 años de aquella conquista, a medida que pasa el tiempo se van agrandando y revalidando los reconocimientos.
Las siempre seguras manos del paraguayo Justo Villar se transformaron en puntos vitales de una campaña a la que no le sobró demasiado. Julián Maidana (un experimentado de afuera) y Sebastián Domínguez (un pibe forjado adentro) conformaron una zaga seria, robusta y desde allí se construían las certezas de aquel conjunto. Ariel Rosada llegó y se convirtió en el eje de todo, muy ayudado por dos jóvenes de la cantera que aparecían en ese momento. Fernando Belluschi y Guillermo Marino tuvieron un semestre soñado y fueron otras de las grandes razones de este logro.
Pero este equipo levantaba vuelo con las apariciones y los toques distintivos del Burrito Ortega, y los goles de Nacho Scocco y el Memo Borghello, otros chicos del club que empezaban asomar con desfachatez en primera.
El Apertura 2004 fue el penúltimo título de Newell’s en el fútbol argentino. En aquella edición fue campeón con 36 puntos tras lograr 10 triunfos, 6 empates y 3 derrotas.
En la última fecha de aquel certamen, que se jugó el 12 de diciembre de 2004, la lepra perdió 2 a 0 ante Independiente en Avellaneda, pero un empate en Liniers entre Vélez y Arsenal 1 a 1, le permitió dar la vuelta olímpica.
Aquella tarde en la Doble Visera los del Tolo Gallego salieron a la cancha con Justo Villar; Luciano Vella, Julián Maidana, Sebastián Domínguez y Germán Re; Fernando Belluschi (59’ Héctor Damián Steinert), Ariel Rosada (46’ Ariel Zapata), Guillemo Marino y Arnaldo Ariel Ortega; Iván Borghello (46’ Rubén Capria) e Ignacio Scocco.
A ese encuentro decisivo hubo una multitudinaria concurrencia rojinegra que copó por completo el estadio del rojo y protagonizó una de las manifestaciones populares en condición de visitante más importantes y más impactantes de la historia del fútbol argentino.
Ese traslado a Avellaneda y el regreso para celebrar en Rosario quedaron grabados de manera indeleble en la memoria y en el orgullo de todos los hinchas de Newell’s.
La campaña
La lepra arrancó con un traspié aquel campeonato. Cayó 1-0 ante Vélez Sarsfield en el Parque. Y el verdadero mojón inicial de aquel campeonato fue el triunfazo 1-0 en el clásico ante Central, en el Gigante de Arroyito, con gol de cabeza de Maidana.
En la fecha 3ª, venció a Huracán (Tres Arroyos) 1-0, en Rosario, con gol de Marino. En la 4ª, exhibió un 0-0 con Colón, en Santa Fe. En la 5ª igualó 1-1 con Banfield en el Coloso, con tanto de Scocco.
En tanto, regresó a la victoria en la 6ª, con un 2-1 sobre Argentinos en La Paternal, goles de Belluschi y Ré. Y en la 7ª, superó 3-0 a Instituto de local, con tantos de Borghello, Steinert y Belluschi.
En la 8ª, empardó 2-2 con River en el Monumental, con goles de Capria y Penta. En tanto, en la 9ª le ganó 1-0 a Estudiantes en Rosario, con un penal de Ortega.
En la 10ª empató 0-0 con Arsenal en el Viaducto. En la 11ª, venció 1-0 a Racing, con gol de Belluschi. En la 12ª hizo lo propio con Quilmes en el Coloso 2-0 con tantos de Marino y Ortega de penal.
En la 13ª perdió 1-0 con Almagro en Buenos Aires. En la 14ª, igualó 0-0 con Lanús en el Parque. En la 15ª, superó 2-1 a San Lorenzo en el Gasómetro, golesde Scocco y Borghello. En la 16ª, expuso un 1-1 con Olimpo en Bahía Blanca, gol de Ortega. Y en la 17ª se impuso 3-1 a Boca en La Bombonera, con tantos de Borghello (2) y Maidana.
En la 18ª consiguió un triunfo clave 2-0 sobre Gimnasia (La Plata) en Rosario, con goles de Belluschi y Marino. Y ese envión le alcanzó ya que en la última fecha (19ª) perdió 2-0 con Independiente en Avellaneda, pero igual logró coronarse.
A cada año que pasa, aquella gesta adquiere aún más valor en los corazones rojinegros.
Datos: Carlos Durhand