La falta de potencia ofensiva se acentuó. Newell’s acumula dos partidos sin hacer goles en la liga y apenas convirtió uno en el medio, en tiempo adicional, por la Copa Sudamericana. La anemia del gol lo condiciona y es así que resigna puntos. Ante semejante inconveniente que presenta para meterla en el arco contrario, el protagonismo queda reducido al plano de las intenciones. Las razones de tanta falta de eficacia no se reduce a la tarea de los delanteros. Es una deficiencia colectiva, desde fallas en la gestación, en la falta de profundidad y en la resolución. Todos aspectos a mejorar ante compromisos considerados muy exigentes en pocos días, como lo son Racing en el Cilindro este martes y el puntero River en el Coloso el domingo. Y a continuación, el martes 18, llegará el debut de local por la Sudamericana contra Blooming en el Coloso.
El último domingo volvió a costarle a Newell’s aproximarse al arco contrario, en este caso el de Jorge Broun, en el aburrido empate con Central. Tuvo una solo remate de peligro, con ese derechazo de Brian Aguirre que la mandó a cualquier parte. Muy poco para un equipo que se propone ejercer siempre el dominio del juego. Si hubiese sido la excepción, si solo se hubiera tratado de una mala tarde, no causaría una gran preocupación. El problema es que es algo que se repite. Contra Estudiantes (0-3) en La Plata casi ni llegó. Lo mismo contra Audax Italiano (1-0) en Rancagua. Ese día recién en el adicional Aguirre capitalizó una de las pocas jugadas elaboradas para que el debut leproso sea exitoso.
No es una novedad lo que está pasando. Rara vez el conjunto rojinegro ataca con voracidad y las situaciones de gol se suceden en cantidad. Lo usual es que los intentos por aproximarse sean esporádicos. El triunfo sobre San Lorenzo (1-0) resultó un caso aislado. Pero hasta en ese partido que dominó con amplitud y dispuso de varias ocasiones apenas señaló un gol.
La tenencia termina siendo un objeto de culto que no redunda en mayores beneficios, porque cada avance se diluye. La constante utilización de los extremos para progresar no resulta muy provechosa, salvo que pase por los pies de Brian Aguirre. Pero caer en una Aguirredependencia es demasiada exigencia para el juvenil. Y nada conveniente, porque si tiene un mal partido, no hay otras respuestas.
Los desbordes, si es que se consiguen, porque Ramiro Sordo, Jherson Mosquera y Bruno Pittón tampoco consiguen ser efectivos por afuera, terminan en centros sin destinatario. Jorge Recalde no es nueve de área. No pesa en los últimos metros para capitalizar los lanzamientos desde los costados. Y ni Iván Gómez, Cristian Ferreira o Juan Sforza son volantes que sean capaces, y tienen las condiciones, para llegar de frente para aprovechar los centros.
La pelota parada en busca del cabezazo, otro recurso que le estaba dando sus frutos, a tal punto que cuatro de sus 10 goles fueron con esa fórmula, ya no prospera. El último tanto conseguido así fue el cabezazo de Facundo Mansilla, tras la salida de un tiro de esquina, para la victoria sobre Barracas Central por 1 a 0, en la 6ª fecha. Anteriormente, con el balón detenido, llegaron los goles de Sforza contra Vélez (1-0) por la 2ª fecha, Velázquez ante Banfield (2-0) por la 4ª y Pittón frente a Instituto (1-3) por la 5ª. Una razón es que ya no juega Velázquez, importante para bajarla o para convertir él mismo.
Con Ferreira sin conseguir ponerse el traje de conductor, al equipo además le cuesta asociarse cerca del arco contrario, no consigue ser peligroso en el juego interior y se repite en la búsqueda por afuera sin sorpresa. Newell’s entonces cae en la intrascendencia.
Heinze repite de un partido al otro los mismos nombres, más allá de algún cambio por fuerza mayor. Esto habla del convencimiento que tiene acerca de que son los indicados y que los suplentes deben esperar o, en todo caso, jugar un rato.
El entrenador tampoco se planteó el cambio de dibujo táctico, el 4-3-3, que solo retocó durante algunos partidos. El funcionamiento y los resultados, que son consecuencia de lo anterior, sacan a la luz flaquezas que requieren correcciones. Si considera que no es tocando al equipo, será consiguiendo una evolución de los que juegan. Menuda tarea.
Cambio de hora
El horario del partido que Newell’s jugará ante Racing en el Cilindro se atrasó media hora y comenzará a las 19.30, debido a que se retrasó el partido entre San Lorenzo y Boca para a las 17.30.
La seguidilla de encuentros de la lepra no se detiene y, por el desgaste que sufre el equipo, es posible que Heinze decide darles descanso a algunos para visitar a Racing.
Es que después del compromiso en Avellaneda, jugará el domingo frente a River en el Coloso y, 48 horas más tarde, recibirá a Blooming por la Copa Sudamericana.
A lo sumo, multa económica
Los incidentes que se registraron en el clásico no le ocasionarían ninguna sanción fuerte al club del Parque, salvo una multa económica, según trascendió desde la AFA. A partir del informe del árbitro Pablo Echavarría, que se habría ajustado a lo que todos observaron en la cancha o por las imágenes de TV, se descarta una pena más severa.
Echavarría habría detallado la agresión de la que fue víctima el arquero Jorge Broun en su rostro, por pirotecnia, ocasionándole un corte en el pómulo. Según testigos directos, la esquirlas de la pirotecnia saltaron también hacia donde estaba el cuerpo arbitral y el arquero Lucas Hoyos.
Como no habría otra serie de irregularidades informadas por el árbitro, y considerando que Newell’s no tiene antecedentes negativos en la temporada, es posible que haya solo un castigo económico. Las mismas fuentes indicaron que, ateniéndose a lo informado por Echevarría, se descartó la posibilidad de que Newell’s pueda llegar a jugar sin público o que sea inhabilitada una de las tribunas.
Desde Seguridad de la Provincia se manifestó que investigará por dónde entró la pirotecnia. Más allá de buscar responsables, le cabe parte también porque es una de las encargadas del operativo. Otra alteración en la organización fue el ingreso de más publico del que permite la capacidad del estadio (39 mil). Ingresaron más de 42 mil hinchas.