Hasta acá llegó su amor. O la ilusión máxima, para no ser tan drástico. Porque no es tiempo para serlo. Sería injusto, más allá de la tercera caída en serie ante los rivales que no debía perder, para este Newell's de Diego Osella. Para este equipo que entregó más de lo creíble para perseguir ese sueño mayor que anoche prácticamente quedó trunco con la derrota ajustadísima ante el puntero Boca por 1 a 0. Esa imagen final, con 10 en cancha, con la pelota que no llegó a conectar Formica en las barbas del arquero rival en la última bola, con una lucha inclaudicable, resumen como nada este tránsito rojinegro por el campeonato, forzando un destino insuperable al que ahora le quedó uno más terrenal, el de entrar a la Copa Libertadores, que también merecería el aplauso de sus fieles más allá de la inevitable tristeza que le dejó su paso por La Bombonera.


























