Newell's ganó un partido chivísimo. Con enjundia, corazón y rebeldía para no rendirse jamás, los rojinegros lograron imponerse a Arsenal por 2 a 1, en la reanudación de la Superliga. Desde el juego, al equipo de Llop le costó imponer las condiciones en el trámite porque no estuvo fino en la triangulación de pelota en tres cuartos y así muchas veces cayó preso del embudo de la defensa de los del Viaducto. Igual, tras un primer tiempo chato, en el complemento la Lepra forjó su propio destino y tuvo el premio mayor. Leal abrió la cuenta con un soberbio cabezazo, enseguida lo empató Arsenal tras una falla de Bianchi y el fierrazo de Antilef. Y cuando el reloj se consumía, en el descuento, llegó la definición magistral del pibe Joaquín Varela, que dentro del área capturó un rebote y tuvo la lucidez de un diez para poner la bocha lejos del alcance de Santillo. Enorme y emocionante triunfo leproso para arrancar el 2018.
En el primer tiempo a Newell's le costó amigarse con la pelota. Tampoco logró ganar las divididas y así el partido fue trabado y luchado en el mediocampo. Braian Rivero quedó lejos de Sarmiento y la Lepra no tuvo profundidad por el medio. Además, Héctor Fértoli, a la derecha, y Joaquín Torres, en la izquierda, quedaron acorralados contra las bandas y sus desbordes esporádicos no terminaron con centros precisos. Este combo de ausencia de juego colectivo en tres cuartos terminó dejando aislado a Luis Leal. Por eso el 0 a 0 con que terminó la etapa inicial no sorprendió a nadie en el Coloso. Fue la consecuencia de un rojinegro que corrió más de lo que jugó y que mordió más de lo que pensó.
Igual en esos 45 minutos iniciales Sarmiento intentó embocar en el ángulo un tiro libre que se fue cerca y luego una volea que no prosperó. Pero Arsenal también buscó jugar en campo enemigo y arrimó peligro al área local. Lomónaco y Alanis exigieron los reflejos del debutante Nelson Ibáñez, que resolvió bien para neutralizar ambos remates. Newell's reaccionó con una pared entre Leal y Fértoli, que la Pantera definió apurado ante la marca y el disparo salió a las manos de Santillo. Luego el Rayo antes del descanso remató ancho.
En el arranque del complemento, Lomónaco cabeceó afuera abajo del arco cuando había olor a gol visitante. Se salvó Newell's.
A los de Llop les costaba tener profundidad. Igual apareció Sarmiento con una arremetida frontal y un tiro que salió afuera del segundo palo.
Hasta que llegó la fórmula que marcan los manuales para dañar al rival. Fértoli apareció por izquierda, luego de que la tocaran todos sus compañeros, y sacó un centro bárbaro con rosca para el salto de la Pantera. El portugués se elevó, quedó flotando en el aire y de cabeza desvió apenas la pelota para alojarla en la red de Arsenal. Parecía que Newell's resolvía el acertijo y se encaminaba a la victoria.
Pero el rojinegro fue inocente y le simplificó las cosas a Arsenal. Porque en la primera jugada tras la apertura llegó el empate. Pelotazo frontal al área leprosa. Bianchi falló el despeje y dejó la pelota viva en el área para que Antilef, entrando a la carrera, fusile a Ibáñez, que la manoteó pero no pudo evitar la igualdad. Volver a empezar.
Newell's fue para adelante con más corazón que ideas y lo perdieron Torres y Leal con disparos dentro del área. Arsenal contestó con una doble arremetida de Lomónaco, que neutralizó por duplicado un Ibáñez de soberbia actuación.
La Lepra no se resignó al empate de sabor insulso. Ya estaban en cancha Bernardello, Enzo Cabrera y Denis Rodríguez para tratar de darle más ímpetu a las aspiraciones rojinegras. Y ya en el descuento, cuando el 1 a 1 pintaba como sentencia, llegó la aparición del héroe de la tarde. Ultimo córner a favor, la jugada se ensució y Varela, con traje de goleador de raza, dijo presente en el corazón del área para controlar el balón y ubicarlo junto al palo izquierdo de Santillo. Golazo y explosión en el Coloso.
Newell's arrancó con el pie derecho. Le costó muchísimo doblegar a Arsenal y lo consiguió con más amor propio que juego atildado. Lo ganó porque nunca se rindió y atesoró los primeros tres puntos del 2018. Hay mucho por mejorar, pero esta inyección de confianza tiene un valor incalculable. La Lepra se puso en movimiento.