La explicación de que Newell's pierde por poco no tiene sentido cuando el argumento se repite tras cada partido de visitante. Existe un problema de fondo, con deficiencias varias, que en el mejor de los casos se atenuaron y que atentan con la aspiración de ganar afuera. A dos semanas del receso, esta tarde-noche contra Aldosivi en Mar del Plata es la penúltima ocasión para que consiga los tres puntos en un estadio ajeno. Se trata de la enorme cuenta pendiente en la Superliga.
El desempeño contra el puntero Racing (0-1) en el estadio Juan Domingo Perón y frente al animador del torneo Defensa y Justicia (0-0) en el Coloso Marcelo Bielsa son estímulos para el plantel. Sirve el fútbol desarrollado y la certeza de que se les jugó de igual a igual, para tratar de mejorar desde esa base y ganar en confianza. Lo que no ganó fue en el resultado. Es que siempre hay aspectos del juego en los que falla. Newell's es junto a Patronato el conjunto de peor eficacia en condición de visitante. Tiene un punto de 18 posibles, con un empate y 5 derrotas. Su porcentaje de puntos es del 5,55 por ciento. Es insostenible que extienda tal ineficacia, mucho más si no quiere que en el futuro inmediato el promedio sea su única preocupación.
El enorme inconveniente que arrastra la Lepra de visitante es la falta de gol. Así es imposible que sume puntos. Cualquier error del medio hacia atrás le otorga al rival la ventaja de convertir y que así defina el partido. Por más intentos que se hagan y corrección que se consiga, si no la mete en el arco ajeno no servirá de nada.
Un gol en seis partidos jugados afuera es nada. Ni siquiera esa única conquista sirvió de algo. Fue el gol del descuento en la caída por 2-1 frente a Godoy Cruz, en Mendoza. El autor fue el jugador que Newell's extraña como ninguno: Luis Leal.
Este semestre de Leal no lo imaginó nadie. Entre una pretemporada que no cumplió completa por lesión y alguna otra dolencia durante la competencia lo privaron de la aceleración y reacción de la anterior temporada. El físico no le respondió igual y apenas tiene ese gol mencionado en la Superliga.
Por influencia y cualidad, le cabe la mayor responsabilidad al portugués. No exime al resto. Si bien Newell's no es un equipo acostumbrado a convertir en abundancia, los 10 goles señalados en la Superliga no lo convierten en el peor. Los compañeros de Leal tienen que afinar la puntería, en especial de visitante.
Un factor de peso que incide para que Newell's no revierta este presente cada vez que juega afuera es la actitud. Es notoria la diferencia de cuando juega de local, sin que esto implique que en su estadio es un exponente virtuoso. Con cada gol que le hacen de visitante, queda la sensación de que la suerte de la Lepra está echada. Y es lo que sucede.
Entonces no le alcanza con evitar que le hagan goles de cabeza, con un porcentaje por esa vía del 40 por ciento, tratar de no perder la pelota con el equipo a contrapierna, ajustar las marcas en las jugadas de pelota detenida, ajustar la obstrucción en el medio y encontrar mayores variantes en ofensiva. Todo eso es necesario. Pero si no la mete hoy en Mar del Plata y luego en cualquier otra cancha, ganar seguirá siendo un deseo.