El impacto de cabeza entró abajo y entonces cayó al piso de rodillas. La mayoría de los compañeros fueron a abrazarlo, un gesto de efusividad llamativo, más allá de que haya sido merecedor de tanto afecto. Cuando 2' después Diego Osella lo reemplazó, se repitió el gesto, especialmente con dos históricos rojinegros, Mauro Formica y Nacho Scocco, y también con los integrantes del banco. El misterio de por qué tantas muestras de cariño se conoció una vez que el partido llegó a su fin: Diego Mateo decidió terminar ayer su carrera, con esa camiseta que lleva en el corazón, la que defendió siempre como un gladiador.
Con 38 años, entregó todo ayer en el Coloso, tal cual acostumbró desde que su cabellera rubia empezó a ser reconocida por los hinchas. El destino lo llevó al exterior y a otros clubes del país. Volvió a su casa, a poner el hombro en tiempos nada fáciles, de reconstrucción del club, en 2009. De perfil bajo, poco adepto a las declaraciones, y mucho menos a las polémicas, soportaba sin cuestionamientos cuando no le tocaba jugar. Y cuando lo hacía, daba todo. Batallaba en el medio, se jugaba a cada pelota como si fuese la última. A veces hasta se extralimitaba. Pero era porque no daba ninguna por perdida.
El cariño del público durante su carrera fue la mejor retribución. La ovación que recibió con el gol de ayer, cuando le tocó salir y luego al dejar el césped del Coloso por última vez demuestran semejante reconocimiento.
El afecto es mutuo, por lo que no fue extraño que a la sonrisa que Pomelo mostró ayer durante todo el tiempo la trastocó un instante por un rostro compungido y la voz entrecortada, a punto de quebrarse cuando habló del sentimiento que le profesa el hincha.
"Lo del hincha conmigo fue increíble. Nunca me imaginé que la gente me diera tanto cariño. Escuchar las veces que coreaba mi nombre, no lo podía creer...", expresó durante la conferencia de prensa casi sin poder continuar hablando y al borde del llanto.
La despedida causó sorpresa. La conocían unos pocos. Su círculo íntimo, los jugadores y el cuerpo técnico. Osella contó que se la insinuó el sábado. Mateo dijo que al entrenador y al presidente Eduardo Bermúdez les comentó hace un tiempo que pensaba definir qué hacer durante las vacaciones. Tal determinación la adelantó para ayer.
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El gol fue el broche soñado para el retiro del gladiador leproso.
Gustavo de los Ríos / La Capital
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La efusividad de los compañeros, el saludo al árbitro y al técnico no dejaron dudas: se retiró Mateo.
Gustavo de los Ríos / La Capital
"Quería terminar bien, con mis compañeros, con la gente. Cuando estábamos en el primer tiempo, sentí que era el momento. Le dije a Diego (Osella) en el entretiempo que a los 5' o 10' me saque, que ya está, llegó el momento. Justo antes que me saque hago el gol. Fue soñado", dijo sonriendo.
Mateo no dudo cuando se le consultó por un momento imborrable. "El campeonato de 2013, mi único título. Conseguirlo acá, con estos colores. Fue lo máximo", expresó Pomelo, recordando aquel conjunto del Tata Martino que fue campeón.
En la cancha, antes de irse por el túnel, se besó la camiseta en varias ocasiones. "Me salió de adentro", explicó sobre un forma de expresarse infrecuente en él. Es que nunca fue partidario de la demagogia. "Al amor hay que demostrarlo con hechos", dijo.
Así fue durante toda su trayectoria. Por eso al gladiador rojinegro de mil batallas le llegó el merecido descanso.
Los números de un león con sangre roja y negra
Diego Mateo se retiró de Newell's tras haber jugado 276 partidos con la camiseta rojinegra. Es el duodécimo jugador con más presencias en la historia del club detrás de Gerardo Martino (509 cotejos), Norberto Scoponi (408), Juan Manuel Llop (403), Fabián Basualdo (307), José Berta (302), Lucas Bernardi (298), Sergio Almirón (297), Julio Saldaña (295), Santiago Santamaría (293), Roque Alfaro (291) y Jorge Pautasso (279). Pomelo convirtió 8 goles y fue expulsado en 5 oportunidades. Tuvo dos etapas. La primera fue desde el 30 de mayo de 1997 ante San Lorenzo (V) 0-3 con Mario Zanabria como DT, hasta el 10 de julio de 2000 cuando los rojinegros derrotaron 1 a 0 a Chacarita como visitante (DT: Andrés Rebottaro). En esa etapa jugó 92 partidos y anotó 4 goles. Y su segundo ciclo comenzó hace más de 7 años, cuando el 21 de agosto de 2009, la Lepra derrotó 1 a 0 a Independiente en Avellaneda, con Roberto Sensini como entrenador. En esta etapa disputó 184 cotejos y también marcó 4 tantos. A lo largo de su carrera tuvo 21 entrenadores distintos en Newell's, entre ellos a Roberto Sensini (50 partidos), Jorge Castelli (43) y Gerardo Martino (34).