En movimiento. La Argentum es la pelota diseñada por Adidas para la máxima competencia argentina. En la primera fecha no la trataron muy bien.
En movimiento. La Argentum es la pelota diseñada por Adidas para la máxima competencia argentina. En la primera fecha no la trataron muy bien.
La II edición de la Superliga arrancó sin novedades en el frente. Partidos muy apretados, rendimientos dispares dentro de un mismo encuentro, ganadores lógicos, perdedores lógicos, pocos goles y hasta escenarios idénticos a los de hace unos meses, como el piso de la cancha de Huracán, tan espantosamente roto como aquel.
Casi nada fue distinto, Boca, el campeón, le ganó a Talleres jugando sólo un ratito.
Hasta ahora, aunque falta un partido (Independiente-San Martín de Tucumán) y este torneo tiene uno menos que el anterior porque hay menos equipos, nunca hubo tan pocos goles en una fecha de la Superliga.
En la Premier inglesa y en la Ligue 1 de Francia también se disputó la primera fecha y se convirtieron muchos más goles en sólo 10 partidos.
Acá, por suerte, todo es mucho más apretado aunque la tendencia marque que harán diferencia los que tienen diferencias. Escasamente los resultados superan la unidad de distancia a pesar de las grandes brechas económicas que existen, que se profundizaron de la temporada pasada a esta y se seguirán ampliando.
Rossi, Buffarini, Goltz, Cardona, Bebelo Reynoso, Wanchope Abila y el colombiano Villa. Ese fue el banco de suplentes de Boca el domingo ante Talleres, un atentado contra la competitividad. Guillermo tiene a dos de los mejores futbolistas de los cordobeses de los últimos años: uno fue al banco y no entró (Reynoso) y el otro ni siquiera concentró (Olaza).
¿Y el de River? Lux, Martínez Quarta, Quintero, Ponzio, Enzo Pérez, Mora y Borré. Dos mundialistas en el banco.
Las dudas de Boca
Boca ganó pidiendo la hora porque erró un penal en un momento clave y porque el árbitro no observó un claro penal de Pablo Pérez que, como casi siempre además, debió ser expulsado.
River, que también falló un penal, no pudo hacerle ni un gol a Huracán que presentó un escenario patético. La pelota picaba para cualquier lado. Pero al margen de eso, por suerte las diferencias de presupuesto no incidieron en el resultado.
Roberto Ramírez; Abecasis, Viera, Cardona y Angileri; González, Elías, Andrada e Iván Ramírez; Lencinas y Santiago García. Ese es el equipo del último subcampeón Godoy Cruz, que sólo pudo sostener a su goleador y casi pierde a Angileri.
No obstante, dará pelea porque su fortaleza está en el conjunto y no en las individualidades. Y a partir de ahí construye su identidad.
No tenía mucho más, pero Burián y Pol Fernández fueron bastiones de aquella campaña y ya no están. Sin embargo, ya mostró credenciales: le ganó a Estudiantes sobre la hora a pesar de jugar con uno menos durante bastante más de 60 minutos.
Es la primera fecha y todo se relativiza porque los equipos están en armado a pesar de que pasaron tres meses. Hoy, exactamente hoy, se cumplen tres meses de la última fecha del torneo anterior.
El campeonato no es tan largo como se promociona, sólo es un poquito más extenso que los de una rueda y mucho más corto que los de Europa y Brasil.
Y hay, de aquí a tres semanas, un terreno aprovechable para los equipos con aspiraciones que no juegan la Copa Libertadores ni la Sudamericana.
Boca, Atlético Tucumán, Estudiantes y River o Racing tienen muchas chances de seguir e Independiente es favorito contra Santos.
Banfield, Defensa y Justicia, Colón y San Lorenzo tienen al menos un mes más de "entretenimiento" con la Copa Sudamericana.
Diez equipos, casi la mitad, atendiendo al menos dos frentes.
Más allá de las notables diferencias de plantel que existen, por ejemplo, entre Boca, River, Racing, Independiente y el resto, la obsesión por la Libertadores los tiene atados a una expectativa que no les permite poner toda la atención en la Superliga.
Seis de esos equipos, además, están en carrera en la Copa Argentina.
Mientras les dure la doble o triple competencia serán equipos casi convencionales. Después, porque gana uno solo, se convertirán en voraces buscadores del título de la Superliga.
Por eso será muy importante para los equipos del segundo pelotón hacer un colchón de puntos que les permita encarar la última parte de este año y las fechas del año que viene con un margen suficiente como para poder ocupar los puestos de privilegio.
La chance canalla
Central, Talleres, Lanús, Vélez, Unión y hasta el perdedor de la serie entre River y Racing, si es que puede absorber el impacto anímico de la eliminación, tienen una buena posibilidad de sumar ahorros de cara a la parte desigual de la competencia, que tendrá su tramo más complejo en la primera parte del año próximo.
Una prueba de lo que significa pelear en los dos frentes, se vio muy claramente en Colón, que el sábado no pudo sacarse de la cabeza el choque del jueves frente a San Pablo en el Cementerio de los Elefantes. A pesar de que Eduardo Domínguez apostó por todos los titulares, su equipo fue muy tibio frente a Patronato y los jugadores reconocieron que tenían la cabeza partida al medio por la doble competencia. Es más, si el árbitro no hubiera dirigido tan mal, al menos uno de los dos clarísimos penales que no sancionó para el equipo local podrían haber dejado a los sabaleros sin siquiera un punto.