Volvió a ser Conan. Jeremías Ledesma brilló bajo la noche santiagueña, en la que fue una noche propia de los arqueros. Porque como el uno canalla sostuvo el empate, el Ruso Rodríguez, ex jugador auriazul, le regaló el gol a Central.
Volvió a ser Conan. Jeremías Ledesma brilló bajo la noche santiagueña, en la que fue una noche propia de los arqueros. Porque como el uno canalla sostuvo el empate, el Ruso Rodríguez, ex jugador auriazul, le regaló el gol a Central.
Ledesma fue determinante. Tapó un par de bochas envenenadas cuando el partido estaba picado para el canalla, sobre todo después del gol del empate de los santiagueños. Cuando Central lo necesitó, dijo presente sin dudar haciendo recordar grandes pasajes que mostró en tiempos no tan lejanos. Para los locales fue una pesadilla. Resultó una piedra en el camino. Tuvo un pequeño desliz en una jugada en la que se le escapó la pelota, pero eso no eclipsó todo lo bueno que ya había protagonizado.
En el otro arco, el Ruso Rodríguez, un nombre conocido en Central y no muy bien recordado, también tuvo lo suyo. Anoche fue justamente el mentor del tanto canalla, cuando allá por los 16’ del complemento se le escapó la pelota tras un tirito de Ciro Rius. Por errores como esos el Ruso hoy no goza de un grato recuerdo de los hinchas canallas. El jugador por el que tanto insistió Paolo Montero y por quien los dirigentes hicieron una gran inversión, ayer le dio una mano a Central.
Tras un centro de Nahuel Molina por derecha, Rius le dio como venía y una jugada que parecía de fácil resolución terminó en gol. Es que el Ruso la quiso controlar pero el balón se le escabulló entre las manos. Esta vez el Ruso jugó para Central.