"Apuntamos a la Copa Argentina porque te podés coronar en diciembre", dijo Lo Celso. Central juega mañana con Morón
Por Lucas Vitantonio
"Apuntamos a la Copa Argentina porque te podés coronar en diciembre", dijo Lo Celso. Central juega mañana con Morón
A pesar de sus relucientes 20 años, Giovani Lo Celso luce la camiseta diez de Central con una naturalidad abrumadora. No le pesa para nada tener ese número emblemático en la espalda y cada vez que entra a la cancha se esmera en desplegar su desparpajo para apilar rivales como conos, se anima a los lujos sin ponerse colorado y cuando recibe la pelota en tres cuartos se enciende la alarma de peligro en el área contraria. El último sábado le tocó entrar desde el banco y enseguida puso su sello de distinción en la cancha para guiar al Canalla a la victoria ante Patronato. En este sentido Gio reconoció que "el jugador siempre quiere jugar, pero respeto la decisión del técnico cuando soy suplente". Además el enlace admitió: "Valoro que mis colegas me pidan la camiseta después de los partidos y no me molesta que me peguen patadas". Mientras que en referencia al cotejo de mañana por la noche en Salta ante Deportivo Morón, por los octavos de final de la Copa Argentina, el crack canalla enfatizó: "Nos jugamos todo, ya que si perdemos nos volvemos a casa. Creo que apuntamos a la Copa Argentina porque te podes coronar en diciembre".
—Entraste ante Patronato y te adaptaste muy rápido al partido. ¿Cómo hiciste?
—Uno desde afuera ve mejor dónde están los espacios y dónde cree que puede lastimar más al rival. Entré y rápidamente vinieron los goles y hubo más espacios. Después con la expulsión de (Walter) Montoya se emparejó el partido, pero también tuvimos para liquidarlo antes y no sufrir al final. El equipo anduvo muy bien en el segundo tiempo y mostró lo que queríamos hacer.
—¿Te sorprendió no arrancar como titular?
—No me sorprendió. Uno siempre respeta la decisión del técnico. Si él cree que es necesario eso se lo respeta, pero siempre el jugador quiere estar en la cancha. Tengo muchas ganas de jugar. Uno por ahí cree que pueden ser los últimos partidos en el Gigante y entonces quiero aprovecharlos jugando. Mi deseo es devolverle a la gente todo el cariño que me brinda. Entro siempre sabiendo que tengo que hacer lo mejor para el equipo y para el público también.
—¿Puede estar vinculado el hecho de que no fuiste titular ante Patronato con que el técnico quiera que llegues mejor desde lo físico al partido ante Morón?
—No lo hablamos con el técnico. Uno siempre respeta la decisión del entrenador. Sabemos que el martes (por mañana) nos jugamos todos, porque sabemos que si perdés te volvés a casa. Tenemos que ir por la clasificación. Está claro que los jugadores quieren jugar todos los partidos.
—Más allá del rival y por la diferencia de categoría por ser un equipo de Primera B, Morón viene de eliminar a Newell's y es un adversario de cuidado por lo que no tendrán una llave sencilla.
—Hay que tomar el partido como una final y ganarlo si o sí. Es un rival complicado, que dejó en el camino a Newell's y que viene haciendo las cosas bien. Nosotros tenemos que hacer nuestro juego y demostrar nuestro potencial.
—Más allá de que tienen dos objetivos grupales como el torneo local y la Copa Argentina, en lo personal tu gran ilusión es esta copa porque salvo un cambio de planes en diciembre te vas a PSG de Francia. ¿Es así?
—Creo que apuntamos a la Copa Argentina porque te podés coronar en diciembre. Por ahí uno tiene la posibilidad de jugar hasta fin de año y por eso la afronto con toda la ilusión. La sensación es rara porque sabés que por ahí pueden ser tus últimos partidos en la institución, pero lo disfruto mucho porque estoy en el club del cual soy hincha. El sábado ante Patronato me vinieron a ver mis abuelos que no lo habían hecho nunca porque se ponían muy nerviosos y les dije que vengan y disfruten porque podía ser una de las últimas veces que me vean jugar en Central. Estoy muy feliz, más que nada por el triunfo que logramos en casa el fin de semana.
—Y si no entrabas, pobre tus abuelos que se iban a quedar con las ganas.
—Si no entraba a jugar igual venían a ver a Central, que ganó y eso es lo más importante (risas).
—Tirás caños, tacos, gambetas a los rivales y al final los colegas te piden la camiseta, ¿qué pensás de esta situación?
—Yo también sigo pidiendo camisetas a los colegas y eso es muy gratificante para todo jugador. Valoro esos gestos de los colegas que me piden la camiseta. Es una muestra de cariño.
—¿No tenés temor al tema de las patadas porque siempre te marcan bastante fuerte?
—Uno por ahí en mi posición está acostumbrado y sabe que tiene que enfrentar a los número cinco rivales que por ahí son aguerridos, pero no me molesta que me peguen.