El primer partido entre ambos en primera división lo disputaron el 24 de mayo de 1959, en el marco de la tercera fecha del campeonato oficial de la Unión de Rugby de Rosario. Esa tarde "la primera división de Duendes, como cabía esperarlo, de acuerdo a los valores de la campaña de uno y otro, se impuso a Jockey Club por 14 a 6", como señaló escuetamente el Diario La Capital al día siguiente. Y si el partido de ida, el equipo del Fantasma lo había ganado con claridad, en la revancha tampoco dejó dudas y derrotó al verdiblanco 28-0.
En la década del sesenta, Duendes tuvo un equipo superlativo. Fue el campeón de la década y Jockey Club fue uno de los tantos equipos que lo sufrió. La hegemonía del equipo conducido por Jorge Bordabehere fue total durante esos años, al punto tal que el primer triunfo del conjunto verdinegro recién se registra el 28 de julio de 1973, cuando Jockey, de local, se impuso 15-3.
El 14 de agosto de 1977, por la cuarta fecha del torneo Oficial, se produjo el primero de los cinco empates contabilizados entre ambos en todo el historial. El partido disputado en Las Delicias terminó 18-18.
Sobre el final de los años setenta, más precisamente el 13 de mayo de 1979, nuevamente en Fisherton, Jockey consiguió su segunda victoria esta vez por un categórico 26-7. En el medio Duendes siguió implacable cosechando victorias.
Pero en los años ochenta, el éxito cambió de vereda y Jockey Club ganó la mayoría de los partidos que jugaron entre sí. De hecho Duendes sólo consigue ganar en dos oportunidades, una en 1982 por 26-18 y la otra un año después, por 24-12.
Promediando los ochenta Atlético del Rosario, el equipo del momento, se va a jugar con sus mejores hombres al viejo torneo de la UAR (Buenos Aires) y el verdiblanco ocupó el lugar vacante con un equipazo, que bajo la batuta de Gustavo Milano, ganó no sólo clásicos sino también varios campeonatos.
Así como en los años sesenta y setenta fueron para Duendes y los ochenta para Jockey, en los años noventa los partidos, ya convertidos en el clásico de la ciudad, fueron mucho más parejos. Casi todos los resultados, ganara quien ganara, fueron muy ajustados. Es que frente a frente había dos equipos muy equilibrados, que se conocían de memoria. El pack de Duendes tenía un poco más de jerarquía que el de Jockey, pero el verdiblanco equilibraba la balanza con backs de mayor calidad. Esa fue la época de oro de este clásico rosarino. El choque entre verdinegros y verdiblancos tuvo en esos años el grado de convocatoria más altos de toda la historia, ya que en esas jornadas ambos equipos llegaban a concentrar más de cinco mil personas a los costados de la línea de cal. Es que la gente lo entendía así y en la cancha donde jugaran no entraba ni un alfiler. La calidad sobraba de ambos lados, de hecho había muchos Pumas dentro de las líneas de cal y la mayoría de los intérpretes jugaban en el seleccionado de la Unión.
A partir del 2000, el torneo Oficial dejó paso al Regional del Litoral, certamen en el que Duendes se coronó campeón tras vencer a su archirrival 28-20. Un año después, Jockey devolvió la gentileza y se impuso en la dos finales, en la ida por 33-30 y en la vuelta por 26-25.
Por esos años, ambos equipos empezaron a tener su recambio y el interés por ver este clásico empezó a disminuir.
Ambos equipos alternaron victorias y derrotas, y llamativamente nunca empataron.
En total, se cruzaron diez veces en partidos decisivos (sean finales directas o bajo el sistema de Final Four) de los cuales Jockey sólo logró imponerse una vez (2001), mientras que Duendes lo hizo en las nueve restante (2000, 2006, 2007, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014 y 2015).
El año pasado, Jockey y Duendes se cruzaron en la semifinal y el triunfo fue verdinegro por 31-25.
Sin embargo, en la historia más reciente, el último enfrentamiento entre ambos fue para el equipo de Fisherton. El 8 de julio pasado, el verdiblanco se impuso 31-21 por la tercera fecha de la zona Campeonato.