El miércoles la familia debatía en Bigand sobre ir o no ir al Mouras de La Plata. No había una gran distancia, eso debe haber influido a la hora de hacer las cuentas porque el presupuesto no alcanzaba. Como por otra parte les pasó a muchos en esta 3ª fecha del Turismo Nacional, que tuvo uno de los parques más chicos, tanto en la Clase 3 como en la 2. Pero finalmente pusieron proa al autódromo ubicado sobre la autovía 2, no muy cerca de la cabecera de la capital de Buenos Aires. Y la decisión tuvo un enorme premio. Porque Iván Saturni se quedó con todo en la final de la mayor luego de un excelente desempeño. Ganó su tercera competencia de una dilatada trayectoria, sin apoyo oficial de ningún tipo y con Ford Focus preparado por su propia estructura. Un desahogo enorme que además lo posiciona para la lucha en el campeonato, con la victoria obligatoria en el bolsillo.
Bahía Blanca 2008 es un recuerdo lejano. Mucho más cerca está Posadas 2016, cuando vivió un fin de semana redondo con la consagración en la Clase 2 del Clio de su estructura en manos de Alfonso Domenech. Pero precisamente ese auto fue puesto a punto para salir a pista y no lograron alquilar la butaca para la carrera de ayer. Por eso hubo muchas dudas, que se zanjaron el día anterior al viaje al Mouras. Y vaya que hicieron bien. Porque el sábado Saturni dejó el Focus en 6º lugar y ayer en una tercera serie enorme terminó en los escapes de Manu Urcera y soportando al baigorriense Leo Larrauri. Como fue la más lenta, para la final ocupó el mismo cajón de la clasificación.
Y a la hora de la verdad, el representante ilustre de la comuna ubicada a 70 kilómetros de Rosario tuvo la agresividad necesaria para aprovechar las contingencias, sí, pero para poner todo lo suyo. Así, mientras al líder y poleman Leo Pernía se le rompía el motor en la sexta curva, su escolta Julián Santero entraba en trompo en un sector donde se fueron muchos, e incluso donde dejó la carrera (y el liderazgo del campeonato) el de Villa Gobernador Gálvez en la primera vuelta de la Clase 2. Saturni ya había dado cuenta de Jerónimo Teti en la largada y enseguida despacharía al de Capitán Bermúdez Fabián Yannantuoni.
Y en la vuelta 7, luego del ingreso del auto de seguridad, Saturni fue decidido a buscar la punta y la consiguió al final de la recta. Desde allí, y con otro safety car (esta vez por un triple choque que involucró al rosarino Pedro Boero), se vinieron cinco giros finales infartantes, con el nuevo escolta Facundo Chapur, múltiple campeón del TN, buscándolo por todos lados. Faltando tres curvas, el cordobés lo tocó de atrás y casi lo hace entrar en trompo, pero el de Bigand lo pudo acomodar para sellar una enorme victoria.
"Hasta el miércoles no veníamos. Por eso esto es una enorme alegría y les agradezco a todos, a los motoristas, al chasista, a todos los sponsors y fundamentalmente a mi familia y mi novia, sin los cuales hacer esto sería imposible", resumió un muy emocionado Saturni. Y ahora que asomó la cabeza en lo deportivo, espera fortalecerse en el otro plano para seguir corriendo, ya que la familia, con su papá Cacho Saturni a la cabeza, hasta invirtió en un rodillo dinamométrico para probar motores de todo tipo de vehículos.
Iván el Terrible volvió a meter a Bigand en el plano nacional. La comuna está de fiesta.