"Lo del sábado fue un conjunto de emociones. Fue la vuelta a casa". Con esas palabras, la capitana de primera división de Regatas de San Nicolás resume lo que significó el fin de semana ser locales, de verdad, en el Torneo del Litoral, por la fecha 18ª ante Duendes. Pero ese es sólo un dato. El número. Para Regatas jugar en el club fue ver realizado un anhelo que llevó más de cinco años, el sueño de la cancha propia de sintético. Ahí, sobre la barranca, con el río de fondo, Regatas abrió un nuevo escenario que catalogan como "un logro conjunto". Porque no sólo lo celebra el hockey, sino toda la comunidad del club. Las chicas ahora juegan en su casa. Volvieron. Y casi que no lo pueden creer. "No imaginaba esto. Desde que colocaron la alfombra ves cómo gente del club, no importa de qué disciplina, viene a querer conocerla, pisarla, mirarla", resalta Lucía Gaeto, quien además de llevar la cinta en el equipo la llevó con la obra. Es arquitecta y monitoreó cada paso. Porque claro, siempre quedan cosas por hacer.