Otra vez Gabriel Heinze sorprendió con una movida fuerte en la previa del partido que jugó Newell's. Otra vez, muchos cambios nominales (ocho en total) y variación de dibujo táctico. Una apuesta con ciertas semejanzas a la que usó en la eliminación de Copa Argentina en San Nicolás ante Claypole. Pero esta vez el resultado en el marcador y en la cancha fueron muy diferentes.
Es que el rival cambió. El escenario cambió. Pero, fundamentalmente, el que cambió fue Newell´s. Que esta vez lució comprometido con la idea y se adaptó al nuevo formato y al nuevo sistema. Así derrotó a Racing por 1 a 0.
Heinze decidió cambiar para darle descanso a varios futbolistas por la seguidilla de partidos en tan pocos días. Y le dio resultado.
Con un acento juvenil, este Newell´s apostó por la dinámica que le otorgaron quienes anoche defendieron la propuesta rojinegra. El equipo del Gringo Heinze lastimó cada vez que se lo propuso, cuando podía cortar y lanzar rápidas réplicas, sobre todo a través de Portillo, Montenegro y Pérez Tica.
El único que estuvo fuera de tono, como siempre, fue Reasco. El resto se encolumnó detrás de una idea fuerza, de abroquelarse atrás para salir rápido y exponer las enormes dudas de la defensa académica.
Con tres atrás (Willer Ditta de líbero, Gustavo Velázquez a la derecha y Guillermo Ortiz a la izquierda), sumado a los laterales-volante Armando Méndez y Ángelo Martino, además de Juan Sforza de mediocampista central, la lepra pudo controlar a un rival que nunca pudo hacer pie en su propia cancha. El resto también dio una buena mano para recuperarla.
Esa disposición no le regaló espacios al adversario. Newell’s recuperó mucho, algo que por lo general fue un déficit del equipo en anteriores presentaciones.
Por primera vez desde que lo conduce Heinze, el conjunto rojinegro tuvo una menor posesión que su rival. Pero eso no influyó para que fuese superior en todos los lugares de la cancha.
Sólido y compacto, no permitió que Racing se le aproxime. A tal punto, que el equipo de Fernando Gago intentó llegar especialmente con tiros libre.
El ingreso Iván Gómez por Portillo revitalizó el despliegue en esa mitad de cancha que, cuando la conseguía, se mostraba veloz y los que se arrimaban al área local preocupaban.
El esquema esta vez funcionó porque los protagonistas estuvieron a la altura.