El vicepresidente de Colón, Horacio Darrás, se consideró culpable de la intimidación violenta que ejecutó la barra brava contra el plantel sabalero durante un juicio abreviado que el imputado consensuó con la fiscalía, acuerdo que le permitió ser excarcelado aunque con una condena de dos años y seis meses de ejecución condicional, y un plazo similar para ejercer cualquier cargo y concurrir a los espectáculos deportivos.
Los cargos que se le imputaron a Darrás fueron "promoción y facilitación de la formación de grupos de violencia" y "encubrimiento" a la barra brava del club, y tras el acuerdo en el juicio abreviado, el vicepresidente renunciará este viernes a su cargo en Colón para así empezar a cumplir con la pena de inhabilitación para ejercer puestos.
Néstor Oroño, abogado del ex dirigente, contó que "se cerró con la Fiscalía un trato que se llama juicio abreviado con una pena de ejecución condicional, por lo que recupera su libertad para este mismo viernes renunciar a su cargo como vicepresidente de Colón", dijo.
"La aceptación del juicio implica la aceptación de los cargos. Es aceptar la responsabilidad penal por los hechos. Es una transacción entre la Fiscalía y la defensa donde el imputado acepta la responsabilidad penal y se pacta una pena que consideramos favorable", explicó Oroño.
En cuanto a la instrumentación de la causa, el abogado explicó que la fiscal "dividió la causa en dos" al juzgar por un lado a los dirigentes y por otro a los barras.
Con respecto a la situación del otro dirigente imputado, el vocal Lucas Paniagua, trascendió que su defensa optó por una medida similar a la de Darrás: el juicio abreviado.
El delito juzgado
El vicepresidente de Colón, Horacio Rodolfo Darrás, y el vocal Lucas Alejandro Paniagua, recibieron penas de ejecución condicional e inhabilitación para concurrir a espectáculos deportivos y para desempeñarse en entidades deportivas, además de una multa económica, de 700 mil pesos para el primero y de 100 mil pesos para el segundo.
Ambos directivos fueron condenados por haber facilitado la formación de grupos que delinquían en espectáculos deportivos y por ser autores del delito de encubrimiento.
De acuerdo con lo planteado por la Fiscalía, los delitos atribuidos a Darrás y a Paniagua fueron cometidos de forma continua desde, al menos, octubre del año pasado y hasta el lunes de esta semana.
“En función de sus cargos, los dos dirigentes facilitaron la formación y mantenimiento de grupos destinados a cometer delitos, lo cual está penado por la ley nacional de Espectáculos Deportivos 23.184”, planteó el MPA. “Paniagua mantuvo comunicación y trato directo permanente con los líderes de las dos facciones de la hinchada de Colón (Los de Siempre y La Negrada), relación que era conocida y aprobada por Darrás”, se agregó en la audiencia.
La Fiscalía sostuvo que “los dos dirigentes proveyeron de indumentaria deportiva oficial del club para su reventa; carnet de socios y entradas para los miembros de las facciones y entradas para la reventa previa a los partidos”.
En tal sentido, se indicó que “de esta manera, Darrás y Paniagua pusieron a disposición medios económicos que permitieron la formación, mantenimiento y financiamiento de actividades delictivas”.
Cabe recordar que el episodio que puso al descubierto todo este entramado fue en la previa al partido de Colón ante Argentinos, cuando un grupo de entre veinte y treinta barrabravas fueron al predio del club a reclamar por el mal andar del equipo además de obligar a los jugadores e integrantes del cuerpo técnico a darles dinero e indumentaria del club como “castigo”.
La situación tomó tal tensión que la práctica fue suspendida y el partido con Argentinos fue a puertas cerradas, además de derivar en la decisión del Pulga Rodríguez de irse del club.
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