Por Mariano Oliveros/Enviado especial a Londres 2012
Por Mariano Oliveros/Enviado especial a Londres 2012
El público británico demostró en el estadio de hockey que Argentina no está entre sus favoritos.
Y eso que la mejor jugadora de la historia es nuestra. Si alguien dio espectáculo y les pagó el precio de la entrada, fue Luciana Aymar.
Pero no importa, nosotros somos visitantes. Ante alguno de los escasos ataques sudafricanos, el estadio se levantaba con entusiasmo. Por el contrario, cada gol argentino era seguido por tibios aplausos.
La gente explotó como nunca con el descuento de las africanas, que ponía la historia 2-1 para las nuestras. Fue lo único que festejaron.
Después, fue un monólogo del equipo de Retegui para sentenciar una derrota categórica por 7 a 1 que indica que se dio un primer paso importante.
Luciana Aymar fue la figura con dos goles, asistiendo y manejando con lujo la mitad de la cancha. Porque hoy Aymar fue doble cinco, una especie de Brujita Verón si cabe la comparación, manejando los tiempos, marcando cuando parar y cuando correr. Dando cátedra en cada jugada. Magia en estadio puro.
Aymar fue la única jugadora capaz de robarles un "aaaahhhhh" a los británicos con algún destello de su talento.
Al final, la gente reconoció la superioridad argentina, y despidió al equipo con un aplauso merecido. Un aplauso que Las Leonas se supieron ganar a base de talento y esfuerzo, aún en tierras extrañas.
Por Facundo Borrego