Un equipo que juega con pasión y muestra un gran fútbol, pero que no siempre resulta simpático por escándalos ajenos a la cancha. Croacia, una de las sorpresas del Mundial, no se lo pone siempre fácil a sus seguidores. Antes del cruce de cuartos de final con Rusia dio mucho que hablar un cántico de trasfondo fascista grabado en los vestuarios y un caso de corrupción que salpica nada menos que a su gran estrella, Luka Modric.
El jugador del Real Madrid está involucrado en una trama en la que empieza a mutar de figura secundaria en protagonista. Modric está acusado de falso testimonio en un juicio en su país y podría ser condenado hasta a seis años de prisión en caso de ser declarado culpable.
La acusación sostiene que Modric mintió en el juicio contra el ex directivo del Dínamo Zagreb Zdravko Mamic, condenado por malversación de fondos. Citado como testigo, el futbolista declaró en su momento haber pactado una partición de la suma de su traspaso del Dínamo al Tottenham Hotspur, pero después negó esa versión.
Mamic y su hermano Zoran ya están condenados a seis años y medio y cuatro años y 11 meses de prisión, respectivamente, por cargos de malversación de unos 17 millones de euros en el traspaso de jugadores por parte del grupo Zdravko.
En la concentración croata en Rusia el tema es un tabú. Cuando un periodista extranjero se atrevió a preguntar por el caso, Modric explotó: "¿Cuánto ha esperado para hacer esa pregunta? Esto es un Mundial, se trata sólo de eso".
Hay otra circunstancia que mancha la imagen de los croatas. Se trata de un corto video publicado por el central Dejan Lovren, que muestra las celebraciones del equipo después del 3-0 contra Argentina. En la grabación se ve a varios jugadores cantando "Bojna Cavoglave", un tema célebre por hacer apología del régimen fascista croata de la Ustacha durante la Segunda Guerra Mundial.
La canción contiene la frase "Za dom spremni" ("Por la patria, listos"), eslogan de campaña y saludo habitual de la Ustacha, nacida en 1929 como una sociedad secreta y convertida después en un movimiento fascista.
No es un caso aislado. Después de que sellara su clasificación para el Mundial de 2014, el central Josip Simunic gritó la misma frase en un micrófono y la Fifa lo suspendió por diez partidos. En 2015 la Uefa castigó a la federación croata con una multa de 50.000 euros y un partido sin público durante las eliminatorias para la Eurocopa por insultos racistas de sus aficionados. En ese partido tuvo lugar el siguiente escándalo, por una esvástica dibujada en el césped.
¿Irá a prisión? Modric, la gran estrella del equipo, podría ser condenado a seis años de cárcel por encubrir una trama de corupción.
El dato
Aquel escándalo
Hay un precedente de una selección castigada por un corrupción: Italia en 2006. La azzurra llegó a la Copa del Mundo manchada por los escándalos de manipulaciones en la Serie A, pero se volvió a casa con el título.
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