El temperamento de Willer Ditta para robar y empujar al equipo es lo poco que se rescata del pálido empate de Newell’s frente a Colón sin goles en el Coloso.
Por Rodolfo Parody
El temperamento de Willer Ditta para robar y empujar al equipo es lo poco que se rescata del pálido empate de Newell’s frente a Colón sin goles en el Coloso.
Lautaro Morales 5: desde la postura, dio seguridad aunque casi no intervino.
Gustavo Velázquez 5: correcto en defensa, no perdió nunca en el uno contra uno.
Cristian Lema 4: no encontró la vuelta para frenar a Abila. Perdió seguido con el nueve.
Willer Ditta 6: rápido y decidido, anticipó, marcó y pasó con decisión a campo rival.
Armando Méndez 4: no fue nunca una opción de ataque por el lateral.
Juan Sforza 5,5: prolijo en los toques y atento para contener. Le faltó generar más.
Julián Fernández 4: varios quites, pero de a poco se repitió en cortar con infracciones.
Leonel Vangioni 4,5: no fue sólido en la marca y tampoco fue útil con las proyecciones.
Guillermo Balzi 4: tuvo actitud para ser el conductor, pero le salió muy poco.
Juan Garro 4: jugó media hora, tocó pocas y robó una que definió mal de frente al arco.
Ramiro Sordo 5: muy participativo, insistente, aunque poco claro.
Ingresaron:
Genaro Rossi 4: no hizo pie. Irresoluto con la pelota, no ganó nunca en el mano a mano.
Francisco González 4: no consiguió desnivelar en base a su gambeta.
Marcos Portillo 5: se paró en el medio y trató de poner pases filtrados.
Martín Luciano 4: no lució tan sólido para cerrar el lateral izquierdo.
Facundo Mansilla 4,5: mantuvo el orden y no falló en la marca.
El DT Javier Sanguinetti 4,5: no alcanzó con las ganas del equipo. Volvió a la línea de tres zagueros, pero un solo futbolista, Abila, le trajo algo más que un susto. El equipo careció de ideas, pese a que tuvo un buen tiempo la pelota. Dispuso muy pocas acciones de riesgo. Un punto que solo sirve para cortar las tres derrotas seguidas en la liga.
El mejor de la lepra.