Si no tuviera estos jugadores, ¿cambiaría el estilo?
Si no tuviera estos jugadores, ¿cambiaría el estilo?
—Elegimos esta clase de futbolistas por sus características porque sabíamos que iban a poder desarrollar una idea. Cuando en el semestre anterior acepté la propuesta de Defensa fue porque también tenía un plantel que podía jugar así. De lo contrario, hubiese dejado pasar la oportunidad. Hay que ser coherente y elegir. A veces uno se tienta por dirigir determinado equipo sin pensar muy bien si se puede ser coherente entre lo que se dice y lo que se hace.
—¿Piensa que hay técnicos que por la riqueza del plantel no deberían ser tan conservadores?
—No tengo la autoridad para juzgar el trabajo de mis colegas. Se puede estar de acuerdo o no con el juego del Cholo Simeone, pero con un sistema muy claro se posicionó como un gran entrenador en el contexto internacional. Por otro lado está Guardiola, la contracara de Simeone, para mí el mejor entrenador del mundo. Es formidable lo que hace, más allá de que gane o no. Cada entrenador tiene que estar convencido y luego ser coherente entre lo que entrena y después el equipo juega. En eso sí soy tajante. Después no me animo a calificar ningún sistema de juego. Lo demás pasa por una cuestión de gustos.
Queda claro también cuáles son sus preferencias.
Seguro. Menotti y Bielsa, entre otros, fueron los faros en mi carrera, aún cuando estaba en el hockey. Ese es el fútbol que a mí me gusta. Pero insisto, para mí Simeone es un gran entrenador, que logra que su equipo juegue como el siente y piensa.
¿Cuál es su sueño?
Cuando decidí abrazar esta carrera en el fútbol hace más de 12 años (empezó de ayudente de Jorge Burruchaga en Arsenal), y antes en el hockey, lo que quise es tomar desafíos. A veces nos ponemos limitaciones, y las únicas limitaciones son quedarnos con la intriga de si se puede llegar en cualquier actividad. Quiero seguir creciendo en el fútbol argentino y luego en Europa.
Por Facundo Borrego