Adrián Coria hizo todo bien desde que asumió de manera interina las riendas del primer equipo leproso, en un momento de turbulencias tras la salida repentina de Javier Sanguinetti. Porque le tocó surfear la peor ola, cuando no había respuestas futbolísticas, cuando parecía que se desvanecía la chance de meterse en la Copa Sudamericana y con más de medio plantel diezmado en la enfermería. Pero el DT de ocasión fue acomodando los melones en el carro. Jamás puso excusas. Rearmó un equipo competitivo con los recursos que tenía a mano y convenció a sus futbolistas de que no estaba todo perdido. Así, logró el boleto al plano internacional y recuperó la mística leprosa de intentar jugar bien (como lo hizo en la goleada ante Central Córdoba de Santiago del Estero) y además contagió el mensaje de dejar la piel en las situaciones adversas (tal como fue la última victoria ante Boca, por 2 a 0, con un hombre menos todo el segundo tiempo). Por estos argumentos no hay que dar por cerrado definitivamente el ciclo de Coria al frente de la primera leprosa de cara al 2023, más allá de su voluntad original y la del club de que regrese a inferiores. Además, ninguno de los DT apuntados y con chances reales de llegar cierran del todo. Así, no está dicha la última palabra sobre la continuidad de Coria.