Suele decirse que las comparaciones son odiosas, pero muchas veces se tornan inevitables. Después de lo que fue la campaña del Central campeón de la Copa de la Liga 2023 es permanente el ejercicio de la comparativa en este torneo respecto a lo hecho en el anterior en ese camino que llevó al equipo a la clasificación en la última fecha, ante Arsenal. ¿Qué marcan los números en esta oportunidad? Que el canalla está tres puntos por encima de la cosecha en relación a la séptima fecha del torneo pasado. No es determinante en absoluto y el trayecto que resta por recorrer es tan largo que todo puede pasar, pero al menos este equipo de Russo sabe que llega a esta segunda mitad del campeonato mejor pisado que en comparación con el semestre anterior. Claro, hay algunas cuestiones que merecen ser tenidas en cuenta, como el hecho de que los dos próximos partidos serán en condición de visitante, pero es algo que el canalla deberá ir resolviendo sobre la marcha.
Una vez sorteado el clásico, el partido en el que las tensiones se potencian al extremo, siempre es más sencillo intentar algún tipo de planificación. Y en ese escenario es lógico que aparezca el análisis de cómo se estaba a esta altura el torneo anterior y cómo se está ahora.
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Mauricio Martínez va al piso con vehemencia. El volante central fue una de las piezas clave en el complemento.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
La diferencia es de apenas tres puntos, que parecen exiguos, pero que en una carrera tan corta y tan disputada merecen ser abrazados. El razonamiento es sencillo: cuando finalizó el clásico en el torneo pasado (1-0 con gol de tiro libre de Ignacio Malcorra), Central había logrado salir del último puesto de la tabla. Ahora, con ese 1-0 en el Coloso (también con tanto de Malcorra) el equipo está a apenas un punto de la clasificación entre los cuatro primeros de la zona A. La diferencia es pronunciada en relación a lo de hace seis meses, donde los 8 puntos del canalla parecían poquitos en relación a los 13 que tenía Colón en aquel entonces. Es decir, aquella vez, con 5 unidades de distancia con el cuarto, el nado contra la corriente era más importante que el de ahora.
Hay una plena coincidencia desde lo emocional en un terreno que Central supo explorar y transitar a la perfección en el semestre pasado después: la victoria en el clásico. Es que ese partido fue el punto de despegue del equipo de Russo, que de allí hasta la consagración ante Platense nunca más perdió, pero claro, la historia en esta ocasión aun esta por escribirse y nadie puede saber qué le deparará el destino a este Central. Eso sí, si de envión anímico se trata, tiene de dónde agarrarse.
La primera y gran diferencia en relación a lo que vino después del clásico anterior es que tuvo la fortuna de jugar los próximos dos encuentros en condición de local, con todo lo que ello implica. Porque si hubo algo de lo que Central se jactó durante todo 2023 y de lo que aún se jacta, es de esa fortaleza que adquirió en el Gigante. Ahora la ecuación se invierte y aquel andar sólido tras el clásico en los dos próximos partidos el canalla deberá ir a buscarlo fuera del Gigante, donde se sabe que le cuesta, aunque viene de lograr un triunfo resonante fuera de su reducto.
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Algún tipo de referencia hizo Russo cuando mencionó que el campeón en un determinado momento tiene que demostrar porqué tiene ese rótulo y le apuntó al crecimiento permanente, algo que, al menos por ahora puede jactarse. Es exigua la diferencia en cuanto a números, pero el “mejor paso” está.
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Broun y Mallo se juegan la vida ante la arremetida de Glavinovich. Central logró un envión anímico importante en el clásico.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Y en esto hay otros condimentos que no son menores. Por ejemplo, hasta aquí el equipo todavía no pudo contar con la mejor versión de Jaminton Campaz (no realizó la pretemporada y todavía está en la búsqueda de su mejor forma física), un futbolista que tiene mucho más para dar y que fue clave el torneo pasado. Y otra: el jugador “distinto” por el que se apostó en el mercado de pases (la referencia claro está es para Abel Hernández) aún no tuvo ni un minuto de participación en lo que va del campeonato.
Es difícil afirmar que esta mejor performance sea, a esta altura de la Copa de la Liga, un factor determinante de cara al futuro, pero sí es un hecho que el equipo transita con algo más de firmeza y que los tres puntos de diferencia respecto al torneo anterior es algo positivo a lo que aferrarse.