Central empezó a mirar con afecto la calculadora. Numéricamente tiene chances de sacar pasaje a la fase final. Pero el canalla debe recuperarse a la brevedad del fuerte golpe anímico que sufrió a manos de Central Córdoba en Arroyito. Sobre todo porque la esperanza mayor que le queda es batir en las próximas presentaciones que ofrecerá en el Gigante a los únicos dos equipos que todavía no enfrentó y tiene por encima de la tabla: Banfield y Estudiantes. Porque con el resto de los que gozan de buena salud y cuentan con un futuro más prometedor ya jugó.
El partido del viernes próximo en el Nuevo Gasómetro ante San Lorenzo no será uno más. Puede ser un indicador a corto plazo. Porque el equipo del Kily González tendrá que ingeniársela para plantar la bandera de la victoria en campo azulgrana si desea no perderle pisada al lote que tiene por encima de la zona A.
Aunque la llave de la anhelada clasificación dependerá en gran medida de la producción que asumirá de local en los partidos que sostendrá en el Gigante de ahora en más. Sobre todo en los dos que se vendrán: ante Banfield y Estudiantes. Es que son los únicos de todos los rivales que tiene por delante que aún no midió potencia. Con el resto ya experimentó derrotas (River y Racing), empates (Colón y Central Córdoba) y triunfo (Argentinos).
Central puede alimentar la ilusión en base a que en su casa no pierde desde el pasado torneo. En aquel entonces cayó ante River 2 a 0 por la Copa Diego Maradona. Desde entonces acopió cuatro victorias (Patronato, Defensa y Justicia, Argentinos Juniors y Arsenal) y tres empates (Unión, Godoy Cruz y Central Córdoba).
Lo concreto es que el canalla no es una versión fiable. Todavía no logra ser regular. El Kily González no puede sincronizar las líneas. Colectivamente deja mucho que desear, más allá de que acumula un tiempo significativo como para seguir empantanado.
Las últimas puestas en escena no fueron del todo sólidas, pese a los triunfos frente a Argentinos Juniors y Arsenal y el empate contra el líder e invicto Colón. No en vano cuenta con ocho puntos sobre posible 21. La producción es escasa desde lo numérico, claro está. Y es ese motivo uno de los cuales lo está dejando fuera de toda chance de clasificar entre los primeros cuatro de la zona. Incluso, de seguir así podría retroceder algunos casilleros más, que no sería nada nutritivo para el ciclo que comanda Cristian González.
Por eso será casi una cuestión de estado vencer a Banfield y a Estudiantes cuando llegue el momento de recibirlos. No hay lugar para más dudas ni errores. Menos en el Gigante. Otro yerro como el que cometió la noche del sábado pasado Patricio Cucchi ante Central Córdoba, que derivó en un tiro libre que terminó en gol y decretó el 2 a 2, sería muy nocivo para el Kily.
No solo porque perdería terreno en el campo de las posibilidades. También porque luego cerrará la fase regular de local ante Newell’s. Y ese es otro punto a tratar. Porque puertas hacia adentro no tolerarán una derrota ante el eterno rival.
No solo porque los últimos antecedentes son extremadamente favorables para el canalla. Sino porque si queda sin chances de clasificar cuando llegue el derby, y encima el resultado no es del todo positivo, entonces se abrirá un gran interrogante en torno al proyecto que lidera Cristian González. Eso, incluso, ya está establecido en la mesa de la realidad.
No obstante, no todo es color oscuro a hora de mirar el horizonte. Hay un arco iris de esperanza. Central aún tiene posibilidades de meterse en la conversación seria. El objetivo trazado de base está en sus manos. Depende de sí para alcanzarlo, pese a que el principal problema sigue siendo el mismo Central. Porque comete errores de vieja data. Esos que lo privan de crecer o ser confiable.
Demás está sostener que lo que viene es determinante para la comunidad canalla. Lo positivo es que matemáticamente tiene chances. Sigue vivo. Aunque el Kily deberá mostrar temple cuando juegue esencialmente contra el taladro y el pincha en el Gigante. El recinto auriazul donde, pese a todo, no pierde desde hace siete partidos.
“Tendremos un rival difícil”
Habló desde el corazón. No hizo referencia al gol que anotó por segunda vez consecutiva en el Gigante de Arroyito. Damián Martínez ya piensa de lleno en lo que vendrá: San Lorenzo. “Sabemos que tenemos un rival difícil de visitante”, expresó sin dudar el lateral derecho de Central con respecto al partido del próximo viernes en el Nuevo Gasómetro. “Hay que buscar los tres puntos”, dejó sentado con firmeza y a modo de deseo el jugador canalla.
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Damián Martínez decretó el transitorio 2 a 1 ante los santiagueños y lo celebró con toda la euforia.
“Hay que seguir por este camino. Insistiendo y corrigiendo errores”, relató Martínez tras el empate con sabor a derrota ante Central Córdoba en el estadio mundialista canalla. El defensor además afirmó que se fue del Gigante “con un poco de bronca”. Pero a la vez dejó en claro que “esto que pasó tiene que fortalecernos para hacernos más fuertes”.
Y agregó: “Hay que manejar un poco más el partido, hay que ser más inteligentes. Tenemos que seguir potenciando lo bueno que estamos haciendo para seguir hacia adelante”.