Miguel Angel Russo había probado un equipo el día anterior pero después cambió y no fue un cambio más, ya que utilizó por primera vez la línea de cinco, de la que formó parte Facundo Mallo, quien tuvo sus primeros minutos de fútbol desde que llegó (lo hizo el mismo día que el plantel viajó a Chile). Se metió Komar de última, al igual que Martínez, que jugó sobre la izquierda.
La línea de fondo con tres centrales es un sistema que necesita tiempo de trabajo, pero en el primer tiempo se cerró bien, de hecho la primera que le generaron (terminó en gol) fue a los 42’. Ya en el resto del encuentro la firmeza no se resquebrajó, salvo en ese envío largo, a espaldas de Quintana, en el que Montes quedó mano a mano con Servio.
En medio de ese formato los más sacrificados fueron Mac Allister y Ortiz, que de a ratos se tuvieron que exigir al máximo para cubrir el ancho del mediocampo, con la colaboración de Malcorra y de Candia u Oviedo, que se turnaban para bajar. Cuando el equipo se adelantaba el dibujo era 3-5-2, con Cortez y Martínez más cerca de la mitad de la cancha, pero siempre fue más clara la línea de cinco.
Eso sí, Malcorra se movió preferentemente por el centro, prácticamente como un enganche. Pero la rotación fue tal que por momentos era Malcorra quien presionaba sobre la salida de los centrales y Candia se recostaba sobre uno de los costados.
En lo que refiere a Mallo, el uruguayo mostró orden, pero sobre todo voz de mando y personalidad. La posibilidad de presenciar el partido en cancha, y sin público, permitió que se escuchara todo lo que se decía adentro del campo de juego y la voz de Mallo fue la que sobresalió. “Parece una radio”, tiró uno de los hinchas canallas que se colaron en el San Carlos de Apoquindo. En cancha quedó claro también que fue uno de los que más habló (y reclamó) con el árbitro.
Así, en su primer partido y con falta de ritmo todavía, Mallo ya le demostró a Russo que una vez que esté óptimo desde lo físico será una alternativa más que interesante. Y Russo se lleva de este último ensayo formal que con los nombres que tiene (le llegaron dos centrales como refuerzo) podrá disponer de este esquema y jugar con tres de ellos en el fondo.
Oviedo aprovechó la chance
Todo jugador quiere aprovechar las chances en los amistosos de pretemporada y Fabricio Oviedo lo hizo. El juvenil fue el autor del empate ante Universidad Católica, convirtiendo un gran gol. Ya le había convertido a Universidad de Chile y esta vez Russo lo mandó de arranque. Su aporte fue más productivo que Candia, quien sigue peleado con el gol. El uruguayo tuvo la chance con un penal y lo estrelló en el travesaño, cuando el partido estaba 0-0. Y ahí otro dato clave: con Russo los penales no serían propiedad de Servio (era el encargado con Tevez), quien en el momento de la ejecución ni siquiera fue en busca de la pelota.